En el mundo de la belleza, ya se sabe que constantemente están surgiendo nuevos compuestos y productos, cuyas propiedades podrían resultar desconocidas para muchas, y que sin embargo ayudan a que nos veamos (y sintamos) mejor. En los últimos tiempos cada vez resuena con más fuerza el aceite de tomillo, que ha ido ganado popularidad debido a su efectividad para tratar afecciones como el acné, las irritaciones, las inflamaciones y los signos de envejecimiento.
Gracias a sus compuestos activos, como el timol y el carvacrol, este aceite esencial no solo purifica y equilibra la piel, sino que también promueve la regeneración celular y combate los radicales libres responsables del envejecimiento prematuro. Ha sido utilizado a lo largo de los siglos por sus propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y antioxidantes, lo que lo convierte en un aliado ideal para una amplia variedad de problemas cutáneos.
El aceite de tomillo es un aceite esencial que se obtiene mediante destilación al vapor de las hojas y flores de la planta Thymus vulgaris, comúnmente conocida como tomillo. Este aceite tiene una larga historia de uso tanto en la medicina como en la cosmética, debido a su capacidad para combatir infecciones y mejorar la salud en general. En el ámbito del cuidado de la piel, su capacidad para purificar, equilibrar y restaurar la salud de la dermis lo convierte en un ingrediente ideal para tratar una variedad de problemas cutáneos.
Entre sus beneficios para la piel, destacan sus propiedades citadas anteriormente que lo convierten en un excelente aliado en el tratamiento de problemas como el acné, las impurezas o las infecciones cutáneas. Por otro lado, sus propiedades antibacterianas ayudan a limpiar los poros, reduciendo la proliferación de bacterias y favoreciendo la curación de las lesiones cutáneas.
Además, tiene un efecto calmante sobre la piel, lo que lo hace útil para tratar afecciones inflamatorias como el enrojecimiento, las irritaciones o la dermatitis. Su capacidad para reducir la inflamación y aliviar la piel irritada puede ayudar a mejorar la apariencia de la piel y proporcionarle un aspecto más saludable y equilibrado.
Pero eso no es todo. Estimula la circulación sanguínea y es un potente antioxidante natural, al ser rico en compuestos antioxidantes como el timol y el carvacrol, ayuda a combatir los radicales libres responsables del envejecimiento prematuro de la piel. Estos antioxidantes protegen las células de los daños causados por factores ambientales como la contaminación o los rayos UV, previniendo así la aparición de arrugas y líneas finas.
En el caso de que tengas la piel grasa, también resulta muy adecuado, pues su acción equilibrante ayuda a controlar el exceso de grasa sin resecar la piel, lo que es crucial para evitar el desajuste de la barrera cutánea. Por último, debemos mencionar también sus propiedades regeneradoras que ayudan a acelerar la cicatrización de heridas, cortes o quemaduras leves.
En el caso de que desees incorporarlo a tu rutina ‘beauty’, has de saber que es muy potente, por lo que siempre debe ser diluido antes de aplicarlo directamente sobre la piel. Dependiendo de cuál sea tu afección o necesidad, hay diferentes pautas a seguir.
En otras palabras, ya sea para tratar el acné, reducir la inflamación o prevenir los signos del envejecimiento, este aceite esencial puede ser una valiosa herramienta en tu rutina de cuidado facial.
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