Para muchos, el apio antes era algo que evitaba o que dejaba en el plato cuando servía de acompañamiento para lo que habíamos pedido. Ahora, se ha convertido en uno de los entrantes más demandados y en un snack que llevar allá donde vayamos por si nos entra el gusanillo. Ahora lo tomamos para dipear con humus, guacamole y salsa, como acompañamientos de carne y pollo e incluso el apio crudo, y no es porque hayamos descubierto que es un alimento fresco y sano, que también.
El apio se ha erigido como un superalimento del momento es que cuenta con una gran cantidad de propiedades y beneficios en lo que a belleza se refiere pero también, y lo que es más importante, para la salud de nuestro organismo. En definitiva, ya no puede faltar en tu lista de la compra. ¿Pero qué hace el apio exactamente para ser tan aclamado últimamente?
La lista es larga. De hecho, nunca imaginamos que esta verdura pudiera tener tantos beneficios, nosotros, que la usábamos como complemento. El apio es una fuente de fibra por lo que ayuda al buen funcionamiento del aparato digestivo combatiendo el estreñimiento y facilitando la correcta digestión. Además contiene minerales y vitaminas A, que es un potente antioxidante, B1, B2 B3, B6, K, que reduce el colesterol, y C, también antioxidante, por lo tanto es también una verdura que protege la piel de los radicales libres y ayuda a su regeneración. Estas vitaminas se encuentran sobre todo en la raíz del apio o también conocida como apio nabo. Contiene riboflavina, calcio, magnesio, fósforo y mucho potasio y silicio. Esto último lo convierte en una verdura depurativa, perfecta para quien retiene líquidos y por tanto también ayuda a perder peso por su propiedad detox. Esto también lo consigue porque no tiene ni calorías ni grasa pero es saciante.
Por su parte, también tiene propiedades antiinflamatorias, reforzando el sistema inmune y protege las articulaciones. A esto hay que añadir que reduce la tensión arterial, previene algunos tipos de cánceres, como el de colon, y puede ayudar a disminuir los niveles de estrés y regula el metabolismo. El silicio ayuda con los dolores de cabeza.
En cuanto a lo que al mundo de la belleza se refiere, además de como antioxidante para proteger a la piel de los radicales libres, también reduce el acné y tiene grandes beneficios para el pelo. Con el apio se pueden hacer mascarillas anticaspa, las hojas del apio sirven para ayudar a que el pelo crezca más rápido. Con las hojas de apio se hace zumo y se lava el pelo con él. Además este se verá mucho más liso y brillante.
No, efectivamente no solo existe un apio, hay muchas variedades, pero la separación que más se hace es en cuanto al color del apio. El más común es el apio verde, que es más fácil de cultivar pero que necesita ser blanqueado para obtener pencas blancas y poderse comer porque es muy grueso. En el otro lado de la balanza está el apio blanco, que es más difícil de cultivar pero más codiciado y no necesita técnica de blanqueo.
La principal diferencia entre ambos es el color y la dificultad al cultivarlo, también su grosor, las pencas, etc. pero las propiedades y beneficios para el organismo son las mismas.
Ahora que sabemos todas las propiedades y beneficios que tiene el apio seguro que no queremos parar de comerlo, pero es aquí donde surgen las verdaderas dudas. Sabemos que podemos comer los palitos de apio crudo, pero, ¿es la única forma? La respuesta es no.
Lo cierto es que para aprovechar al máximo su raíz, done se encuentran la mayor parte de vitaminas y minerales, lo ideal es comerla cruda pero no a todos gusta. El apio también puede comerse en sopa, hirviéndolo para que tenga más sabor o como condimento de otras sopas para darle un extra. El apio crudo también se toma en ensaladas y así puede servir para acompañar carnes o gazpachos. Se puede tomar reogado con jamón, en zumo o en infusión, con limón y jengibre. Así es como realmente funciona su propiedad depurativa, que mejora aún más si tomamos la infusión de apio en ayunas. Si lo tomas en zumo de apio, asegúrate de licuarlo antes.
En cualquier caso, del apio comeremos el tallo, las pencas, pero no las hojas del apio, que las podemos usar para el pelo o para refrescar el aliento, aunque hay también quien hace ensaladas con las hojas del apio.
Aunque el apio está lleno de propiedades y beneficios, también hay que tener cuidado al consumirlo en ciertos casos. A pesar de que es bueno para la piel, también es fotosensible, por lo que puede favorecer que, al tomar el sol y más sin protección, se produzca daño en la piel. Es abortivo, por lo que está terminantemente prohibido en mujeres embarazadas; y si tenemos problemas digestivos lo mejor es tomarlo cocinado. No debe consumirse en exceso, pues puede provocar problemas intestinales y hasta hemorragias.