Chiara Ferragni habla de su relación con su físico: "Cuando estaba más delgada era menos feliz"
Chiara Ferragni ha hablado en Instagram de su peso y de cómo ha ido cambiando su cuerpo a lo largo del tiempo
Las búsquedas de Google siempre se han caracterizado por ser bizarras. Si colocas el nombre de un vip cualquiera, el buscador ya se adelanta y predice que querrás saber datos tan mundanos como el peso, la altura o la edad de esa persona que, para algunos, es su ídolo. La opción de ‘questions and answers’ que ha incorporado Instagram ha permitido que esos fans con ansias de conocimiento puedan preguntárselo directamente a los protagonistas. Y a veces, solo a veces, ellos te responden con mensajes tan aplaudidos como el de Chiara Ferragni.
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Una de sus seguidoras (tiene más de veinte millones, ojo) quería contrastar con la influencer si uno de los datos que pululan por internet sobre ella es cierto. Hablamos de su peso, una cifra que ella misma ha verificado: “"Normalmente peso entre 58 y 60 kilos, dependiendo de cuándo coma y cuánto entrene”. Pero la cosa no quedó así y, consciente de lo que implica tener un altavoz como el suyo, quiso dar su opinión sobre un tema tan delicado como son los complejos o la relación que tenemos cada uno con nuestro cuerpo.
Según ella, este es “el peso correcto” para ella si se compara con su altura (1,77 metros). Ahora está conforme con esta proporción que marca el índice de masa corporal. Sin embargo, cuando en el pasado estaba más delgada, su sensación era distinta. “Ahora veo cómo estaba y no me gusta. Incluso en esos tiempos en los que estaba más delgada fueron en los que estaba menos feliz”, ha confesado, rompiendo con la dichosa tiranía de la delgadez.
Si algo ha aprendido Chiara Ferragni en los años que lleva siendo un rostro conocido (con las críticas que eso conlleva) es que la felicidad “es cuidar mi salud y mi estilo de vida, no estar siempre pensando en tener un cuerpo perfecto”.
Así está siendo el confinamiento de Chiara Ferragni
El DJ Fedez y su hijo, el pequeño Leone, han sido los dos acompañantes de la influencer durante estos casi dos meses de encierro. Un confinamiento del que la joven ha sacado más de una lección. Aunque echa muchas cosas en falta de su vida precoronavirus, Chiara ha aprendido a disfrutar esta pausa, “pudiendo experimentar la maternidad 24 horas, siete días a la semana”, y reforzando la idea de que “la salud es lo más importante”, lo demás no importa.