Estar en casa durante la cuarentena puede afectar a tu rutina de belleza de dos maneras. La primera de ellas es muy positiva, si no descuidas los cuidados básicos y, además, utilizas el tiempo extra del que dispones para mimarte un poco más. La otra es más negativa, si te dejas vencer por el hecho de no tener que salir a la calle y abandonas las rutinas básicas de belleza que son las que mantienen tu piel saludable y le confieren buen aspecto.
Vamos a afrontar esta situación con realismo, pero intentado aprovecharla de la mejor manera posible. Por eso queremos recordarte cuáles son los cuidados que no puedes dejar a un lado de ninguna manera, porque no podemos abandonarnos y dejar que pasen los días sin más, y cuáles son los mimos extra que puedes aprovechar para concederte durante el tiempo que pasas en casa. Recuerda que cada día cuenta, que es importante no abandonar los buenos hábitos (incluso puedes adquirir algunos nuevos), y que cuando volvamos a la normalidad no querrás que tu piel refleje que ha habido una pausa en el tiempo en la que dejaste de prestarle atención.
No abandones ni un solo día la correcta limpieza de la piel, ya que la necesitas de la misma manera que cuando salías a la calle a diario. Si descuidas este hábito estás perdida: tu piel acumulará sebo y se ensuciará, propiciando la aparición de imperfecciones o de acné. Además, cualquier tratamiento que quieras aplicar, incluso la hidratación diaria, harán menos efecto en tu piel.
Geles, leches y espumas limpiadoras no deben quedar arrinconadas en ningún momento durante la cuarentena. Sé disciplinada y utilízalas para limpiar tu piel mañana y noche. Y de paso, un día por semana al menos, realiza una suave exfoliación del rostro. Tras la limpieza, no descuides el uso del tónico, que dejará tu piel preparada para que la hidrates como se merece.
Puede que pienses que al no salir de casa tu piel necesita menos hidratación, pero no es así. De hecho es necesario, además de aplicarte tu hidratante cada mañana, añadir una dosis de refuerzo en algún otro momento del día. La razón es que, mientras´esperamos a que lleguen los días de calor, es muy probable que pases gran parte del tiempo con la calefacción encendida, algo que seca en exceso la piel y puede causarte, además, molestias y picores. Lo mismo ocurre con el uso del aire acondicionado, por lo que tampoco debes descuidarte cuando llegue el momento de ponerlo en marcha. Para cuidarte como mereces, cada mañana tras la limpieza del rostro aplícate una buena crema hidratante y repite esta acción por la noche. Si adviertes algo de sequedad en la piel a lo largo del día puedes utilizar un spray o bruma que te ayude a refrescarla e hidratarla.
Cuidados extra: si ya cumples con las rutinas básicas de hidratación y limpieza, es el momento de pasar a la exfoliación y las mascarillas. En menos de media hora, haciéndolo solo un día por semana, puedes conseguir que tu piel recupere todo su esplendor.
Aunque no salgas a la calle no es el momento de descuidar la protección solar. Esos minutos que aprovechas al sol, ya sea cuando vas a comprar o si eres una de esas afortunadas que tiene balcón, jardín o terraza, también afectan a tu piel. El protector solar será el encargado de evitar el envejecimiento prematuro que no solo te causan los rayos del sol, sino también los que emiten la pantalla del ordenador o de los móviles, que tienen efectos muy similares en nuestra piel.
Una de las indicaciones más claras que tenemos para protegernos contra el coronavirus es la limpieza meticulosa de los objetos de uso cotidiano y el lavado constante de las manos, que están en contacto con todo aquello que necesitamos usar. Por eso necesitan un extra de cuidados e hidratación que puedes conseguir teniendo siempre cerca una crema de manos para repetir las aplicaciones después de cada lavado. Si aún así, sientes que se resecan en exceso, aprovecha para hidratarlas con un poco de aceite de oliva y verás cómo mejoran.
También es el momento de dejar a un lado los gestos más agresivos para tu cabello, como el uso del secador o las planchas. Aprovecha para dejar que tu pelo se seque al aire y aplícate un día a la semana una mascarilla que dejes actuar todo la noche para darle un baño de hidratación a tu cabello que, sin duda, va a agradecer.
Seguimos sumando, y el resto de tu cuerpo también quiere mimos y rutina. No descuides su hidratación diaria tras la ducha, ya sea con cremas o aceites, y aprovecha para regalarle una sesión de exfoliación. Si no tienes ningún exfoliante corporal en casa no te preocupes, porque seguro que sí tienes azúcar, sal, café o avena molida, que puedes aplicar durante la ducha con suavidad por todo el cuerpo para eliminar de manera eficaz las células muertas. Un aceite hidratante al terminar será todo lo que necesites para sentirte envuelta en una nueva piel.
Y si tienes bañera, es el momento de darle uso. Un baño con agua templada, que dure entre 10 y 20 minutos, es beneficioso para tu mente y tu cuerpo. Date el capricho y comprueba cómo al salir te sientes relajada y optimista, y con los poros de tu piel abiertos y limpios. Incrementa la sensación de bienestar con burbujas, aceites o bombas de baño, una luz tenue y música relajante de fondo. Un verdadero placer para tus sentidos que te mereces sentir ahora más que nunca.