A la hora de tonificar la musculatura del brazo, os tríceps son la parte que más suele preocupar a las mujeres, porque ahí es donde más grasa se acumula y en cuanto nos descuidamos hacen que los brazos se vean flácidos. Los ejercicios adecuados, constancia y una alimentación saludable pueden conseguir que nuestros brazos estén tonificados y queramos lucir ropa de tirantes en cualquier época del año. Toma nota de los ejercicios que necesitas para tener esos tríceps con los que siempre soñaste y que puedes realizar en tu propia casa.
Con una silla y tu propio peso corporal puedes realizar este efectivo y sencillo ejercicio pensado para tonificar tus tríceps. Pon la silla tus espaldas y siéntate en el suelo. Si apoyas la silla en una pared la estabilidad será mayor.
Coloca tus brazos hacia atrás, con las palmas de las manos dirigidas hacia ti y apoyadas en la silla. Desde esta posición, flexiona las rodillas y sube y baja el cuerpo, dejando que el peso recaiga sobre los brazos, concretamente sobre el tríceps. Realiza movimientos lentos y controlados y haz series de 15 repeticiones.
Este ejercicio endurece toda la musculatura del brazo en poco tiempo, incluyendo los tríceps. Siéntate con la espalda recta y los pies bien apoyados en el suelo. Luego extiende bien los brazos hacia los lados, sujetando con cada mano una mancuerna. No es necesario que pesen mucho, puedes empezar con poco peso y aumentarlo a medida que ganes resistencia.
Desde esta posición, eleva los brazos hacia arriba hasta que las manos estén a punto de tocarse, pero sin hacerlo, para que puedas tener el control de la intensidad. Baja los brazos hasta la posición inicial y vuelve a empezar. Realiza series de 15 repeticiones.
Este es uno de los ejercicios clásicos para tonificar los tríceps y uno de los más efectivos. Puedes hacerlo de pie, pero si te sientas en un banco o una silla protegerás la zona de las lumbares. Coge una mancuerna con ambas manos y colócala sobre la cabeza con los brazos completamente extendidos. Después flexiona los codos hacia atrás, de tal manera que los brazos formen un ángulo de 90º.
Puedes bajar más, pero los brazos no deben llegar a tocar la espalda. Vuelve a la posición inicial y repite el movimiento. En este ejercicio son más importantes las repeticiones que puedas hacer que el peso que manejes.
Este tipo de flexiones están pensadas para que el músculo que trabaje sea el tríceps. Son más complicadas que las clásicas flexiones de pecho, pero más efectivas para tonificar el bíceps. Coloca las manos debajo de los hombros y asegúrate de que los brazos permanecen en todo momento pegados al cuerpo, con los codos hacia atrás. Baja hasta el suelo y vuelve a subir.
Si te resulta muy duro puedes apoyar las rodillas en el suelo, y no solo la punta de los pies. Lo realmente importante para que el ejercicio sea correcto es que mantengas los brazos pegados al cuerpo. Si los separas no serán tus tríceps los que estén haciendo el esfuerzo real.
Estas flexiones ponen a trabajar todo el cuerpo, y aumenta la fuerza y la resistencia de los brazos. La posición es la misma de una flexión normal, pero con los brazos justo debajo de los hombros, y con las manos giradas hacia dentro, mirando la una a la otra, de tal manera que formen un triángulo.
Cuanto más dentro estén los brazos, mejor. Pero puedes ir poco a poco hasta que vayas ganando fuerza. Realiza el movimiento de subida y bajada propio de una flexión, y si te cuesta mucho ya sabes que puedes apoyar las rodillas en el suelo.