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El bótox es una de las herramientas que nos servirá para reducir las arrugas y tener una piel más firme. Eso sí, no siempre está al alcance de todos, ya que, en la mayoría de ocasiones, se suele necesitar la ayuda de unas agujas. Aunque eso sí, si quieres optar por una opción más económica, siempre podrás hacerte una mascarilla de bótox casera.
Una de las mejores opciones es combinar la vitamina E, que proporcionará ese efecto bótox. Esta vitamina es antioxidante y cuenta con una potente propiedad antiedad, favoreciendo la producción de colágeno. De esta manera, se retrasará el envejecimiento y reducirá las arrugas y las manchas en el rostro.
Para hacer esta mascarilla habrá que hacerse con unas pocas uvas moradas, ya que tienen un alto contenido de nutrientes antioxidantes, e incluir unas cuantas cápsulas de vitamina E. Lo primero que habrá que hacer será quitar las semillas de la uva y batirlas hasta que se forme una pasta.
Luego, habrá que incluir esas cápsulas de vitamina E y dejar actuar en el rostro durante unos veinte minutos. Por último, habrá que retirar la mascarilla con mucha agua tibia. Será importante utilizar este tipo de mascarillas durante unas dos veces por semana.
Otra mascarilla que proporcionará ese efecto bótox será aquella que se hace con maicena y una taza de agua mineral. Habrá que hacer esa mezcla removiendo con una cuchara y mezclando hasta que ambos ingredientes estén completamente integrados. Si quieres potenciar sus efectos podrás meterla en la nevera después de hacerla.
Antes de aplicar la mascarilla habrá que lavar bien el rostro para eliminar los restos de maquillaje, suciedad o cualquier otro producto. Luego, aplicarla con movimientos circulares y dejando que la mascarilla actúe durante unos quince minutos.
Otra mascarilla que ayudará a hacer desaparecer esas arrugas será aquella que se realice con huevo. Para ello, deberás separar la clara de la yema y batir la clara con un tenedor. Será importante, como siempre, que se limpie bien la cara y eliminar todos los restos de suciedad.
Luego, habrá que coger unos pequeños trozos de papel higiénico y aplicarlos sobre el rostro, aplicando la clara sobre esos trozos hasta que se fijen en la cara. La mascarilla tendrá que actuar durante unos 30 minutos, aclarando después la piel con jabón y agua tibia.