Tres trucos para maquillar ojos pequeños y sacarle el máximo partido a la mirada
No hay ojos pequeños si sabes cómo maquillarlos para agradarlos utilizando estos trucos fáciles (y rápidos).
Presume de ojazos sin esfuerzo y sácale todo el partido a tu mirada utilizando tus productos de siempre.
Estos trucos de maquillaje sirven tanto para ojos pequeños y hundidos, caídos, achinados o redondos.
La idea de que solo los ojos grandes son bonitos es algo que deberíamos descartar. La mirada es algo personal y que puede destacar muchísimo, tengas los ojos grandes o pequeños, si sabes cómo sacarle el máximo partido. Las mujeres de ojos pequeños buscan los mejores trucos de maquillale para ampliar la mirada al máximo, y aquí te contamos cuáles son los imprescindibles para lograrlo sin complicaciones.
Además, nos encontramos en un momento en el que, debido al uso de la mascarilla, lo ojos se han convertido en la parte visible de nuestro rostro, y queremos destacarlos, al máximo, pero sin que el resultado sea artificial. Así que prepara tus imprescindibles de maquillaje y destierra la idea de que unos ojos pequeños no pueden resultar potentes y atractivos.
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1. Sácale el máximo partido al eyeliner
El eyeliner, bien utilizado, va a ser uno de tus mejores aliados a la hora de conseguir ampliar tu mirada. Presta atención, porque también tiene la capacidad de hacer que tus ojos parezcan más pequeños si no lo utilizas correctamente, así que toma nota para sacarle todo el partido al delineador.
Comienza por la línea de agua superior y haz un delineado en esa zona. En apariencia es invisible, pero logra el efecto de abrir mucho la mirada. Puede que te resulta cómodo hacerlo con un lápiz de ojos que tenga la punta muy fina, aunque con el eyeliner es muy sencillo.
Después llega el turno de delinear la línea de pestañas superior. Lo más importante es que no empieces nunca en el lagrimal, ya que puedes empequeñecer los ojos y hacer que parezca que están demasiado juntos. Comienza en la zona central y ve hacia el exterior del párpado, procurando que la línea sea ligeramente ascendente para que tus ojos no parezcan caídos. Entre el lagrimal y la zona central de la línea de pestañas puedes hacer un punteado con el eyeliner para rellenar los huecos entre pestaña y pestaña.
Llegamos a la parte inferior, donde se comete uno de los errores más comunes, que es delinear en negro la línea de agua. La intención es remarcar el ojo, pero lo cierto es la mirada empequeñece. El truco es utilizar un lápiz blanco para esta zona, porque es el que consigue el efecto que buscamos. Aplícalo desde la zona central hacia el exterior y logra que tu mirada se abra y se ilumine.
2. Elige bien la tonalidad de las sombras
Las sombras, a las que no siempre les prestamos la suficiente atención, pueden hacer maravillas en tus ojos si las utilizas bien. Para abrir la mirada es preciso que las sombras sean mates y en tonos neutros y claros, como el marrón, el melocotón o el rosa. Este tipo de sombra es la que debes aplicar en el párpado superior, realizando movimientos con la brocha en dirección a la sien. La sombra aquí puede, incluso, sobresalir un poco de la zona del párpado.
En la zona del párpado móvil lo ideal es una sombra que aporte algo de brillo y luminosidad, por lo que puedes probar con una sombra en crema que logre este objetivo con facilidad. El tono ha de ser similar al que has utilizado en el párpado superior. Por último, sella el acabado con un toque ligero de sombra en polvo, siempre en el mismo tono.
Cuando quieras intensificar el maquillaje, remata con una sombra más oscura la zona exterior para logra un efecto smoky eyes.
3. La máscara de pestañas, imprescindible
La máscara de pestañas es la gran responsable de que una mirada se vea amplia, por lo que no puedes prescindir de ella a la hora de maquillarte. Pero antes de nada, el truco de profesional es utilizar un rizador de pestañas para trabajar, sobre todo, la zona exterior y conseguir ese efecto abanico tan favorecedor.
Después aplica la máscara en dirección ascendente, realizando un movimiento de zig-zag e insistiendo en la zona de la raíz para que los ojos se vean más abiertos. Deja secar unos segundos y aplica una segunda capa con el mismo movimiento.
Y, por supuesto, para ocasiones especiales, no descartes utilizar pestañas postizas. Solo con aplicarlas en la zona desde la mitad hasta el exterior puedes conseguir resultados espectaculares.
Detalles que marcan la diferencia
Estos trucos de maquillaje son todo lo que necesitas para conseguir agrandar la mirada, pero lo cierto es que hay detalles que ayudan mucho a que el acabado sea impecable, como estos:
- No descuides las cejas. Peinarlas y rellenarlas con un cepillo y un lápiz para cejas adecuado marca la diferencia y supone un antes y un después en la mirada.
- Disimula las ojeras con corrector. Cuanto más marcadas estén las ojeras, más pequeños parecerán tus ojos, así que no te olvides de utilizarlo siempre que lo necesites.
- El iluminador es tu aliado. Solo necesitas unos toques estratégicos en la zona del lagrimal y en el arco de la ceja para llenar de luz la mirada. También puedes aplicar una línea fina de iluminador en la línea de agua inferior, en lugar de utilizar un lápiz blanco.