Un pelo encarnado o enquistado es aquel vello afeitado o quitado con una pinza que vuelve a crecer debajo de la piel. Esto puede causar cierta inflamación, dolor y pequeños bultos en la zona en la que se ha quitado el pelo. Y puede afectar a cualquier persona que decida afeitarse, se depile con pinzas o con cera, independientemente de si es hombre o mujer.
Generalmente, un pelo encarnado suele mejorar sin tratamiento, pero también se puede complicar. En ese caso, tendrás que seguir unos pasos para que la zona mejore. También, podrás prevenir su aparición, utilizando otras formas de depilación que no sean tan dañinas y que disminuyan el riesgo de que se enquisten.
Estos pelos enquistados suelen aparecer, en el caso de los hombres, en la zona de la barba, barbilla y cuello. En las mujeres, lo más probable es que se den en las piernas, ingles o brazos. En el caso de las personas que se rasuran la cabeza, también es común que aparezcan en el cuero cabelludo. Otras zonas frecuentes son las axilas y el pubis.
Los signos y síntomas son variados; podrás encontrar protuberancias pequeñas, sólidas y redondeadas. De la misma forma, también podrás sufrir de lesiones pequeñas, llenas de pus que se asemejan a las ampollas. Además, podrá aparecer dolor, picazón, así como vellos incrustados. Tendrás que tener en cuenta que el vello ocasional no generará más complicaciones. Eso sí, será recomendable que contactes con tu médico si se trata de algo crónico.
La estructura del vello y su dirección de crecimiento influye en los vellos encarnados. Se cree que un folículo piloso curvado, que produce un vello rizado de manera muy apretada, favorece que el pelo vuelva a entrar en la piel tras ser cortado y comenzar a crecer de nuevo.
El afeitado creará bordes afilados de este tipo de vello, especialmente si este está seco en el momento de afeitarlo. También, se podrán encarnar los pelos en otros casos. Por ejemplo, cuando estiras la piel, de forma que se quede tensa, cuanto te afeitas. Esto hará que el vello cortado se retraiga y vuelva a penetrar en la piel. También, podrá darse si te depilas con pinzas. En este último caso, un fragmento de vello se quedará debajo de la capa exterior de la piel. Por eso, cuando un vello penetra en la piel, esta reacciona como lo haría con un cuerpo extraño, se inflama.
Los vellos enquistados crónicos pueden producir infecciones bacterianas, oscurecimiento de la piel y cicatrices permanentes. Para que esto no ocurra, podemos prevenir su aparición de distintas maneras. Lo mejor será lavar bien la piel con agua tibia y un limpiador facial suave antes de afeitarte. Además, será muy recomendable aplicar una crema o gel de afeitar unos minutos antes de quitar los pelos. También, habrá que evitar el afeitado al ras, así como tampoco deberás estirar la piel para afeitar. Una vez que has dado una pasada, habrá que limpiar la cuchilla, enjuagar la piel y aplicar una loción después de afeitarte. Para reducir la aparición podrás decantarte por una afeitadora eléctrica o una cortadora, productos químicos depilatorios y una crema para disminuir el crecimiento del vello.
Si no has podido hacer nada para prevenir su aparición, siempre podrás tratarlos. Estas soluciones caseras calmarán la inflamación y facilitarán su extracción. Por ejemplo, la aplicación directa sobre la piel de una infusión de manzanilla ayudará a disminuir los pequeños bultos que se forman en la piel y, a su vez, se abrirán los poros para que el vello pueda salir a la superficie.
Según estudio realizado por el KPC Medical College and Hospital de India, la miel de abeja es un antibiótico que aplicado sobre la piel ayuda a disminuir la inflamación y el riesgo de infección. Habrá que combinar la miel con el zumo de un limón y, luego, frotarlo sobre la piel inflamada. De la misma forma, la sal es un estupendo agente antiséptico que constribuye a remover las células muertas para destapar el poro.
Su aplicación se realizará mediante unos masajes que ayudarán a mejorar la circulación de la zona afectada, promoviendo su curación y desinflamación. Por su parte, el pepino tiene unas propiedades hidratantes y antiinflamatorias que lo convierten en una solución contra los síntomas del pelo encarnado. Al contener vitamina C, agua y sustancias antioxidentes, la irritación se disminuirá, así como la presencia de células muertas. Para aplicártelo, habrá que licuar medio pepino, con un cuarto de leche. Ese puré habrá que aplicarlo sobre el pelo enquistado y dejar que actúe unos 20 minutos. Habrá que aplicarlo varias veces al día.