Con la llegada del verano, muchas personas se obsesionan con su cuerpo. Su único propósito durante la época estival es lucir un cuerpo de infarto. Otros, buscan una dieta milagrosa que les ayude a perder esos kilos de más que han ganado en los últimos meses y con los que no se encuentran del todo bien. Por eso, podemos encontrar una multitud de dietas que nos prometerán perder peso de forma mágica. La mayoría de veces esto no será tan fácil y lo mejor, sin duda, será que consultes a un especialista, él será quien te guíe para que sepas lo que es mejor para tu cuerpo.
Sea como sea, si quieres iniciar una dieta que mantenga el equilibrio entre la buena alimentación y la pérdida de peso, puede que la dieta cetogénica o keto sea lo que buscas. Esta dieta es una de las más conocidas y que más ha enganchado a las celebrities en los últimos tiempos, como es el caso de los presentadores Carlota Corredera o Jorge Javier Vázquez.
Se trata de un plan de alimentación bajo en carbohidratos y rico en grasas, que ofrece una gran cantidad de beneficios para la salud. Numerosos estudios han demostrado que este tipo dieta sí que ayuda a perder peso. Es más, puede tener ciertos beneficios para aquellas personas que sufren alzhéimer, diabetes o cáncer.
Está muy relacionada con la dieta Akins y consiste en reducir la toma de carbohidratos de forma drástica y reemplazarlos por grasas. Esta reducción expone al cuerpo a un estado de metabolismo denominado cetosis. Cuando ocurre esto, el organismo se vuelve más eficiente y consigue convertir esa grasa en energía.
También convierte la grasa en cetonas dentro del hígado, lo que hará que se le suministre más energía al cerebro. Este tipo de dieta puede causar reducciones en el azúcar de la sangre, así como en los niveles de insulina, algo que proporcionará grandes beneficios para la salud. Sea como sea, y como ya hemos dicho, lo suyo es que esté supervisada por un especialista.
Existen distintos tipos de dietas cetogénicas:
Pero, ¿qué tipos de alimentos se deberán comer en este tipo de dieta? La mayoría de tus comidas tendrán que estar basadas en la ingesta de carne roja, chuletón, jamón, salchichas, bacon, pollo y pavo. También, en pescado graso como la trucha, el atún y el salmón. Además, se podrá tomar huevos, mantequilla, queso no procesado, nueces y semillas, aceite de oliva virgen extra, aguacate, verduras bajas en carbohidratos y sal, pimienta y algunas hierbas y especias saludables.
Habrá que intentar evitar comidas azucaradas, como refrescos, zumos de frutas, batidos, tartas, helados y todo tipo de dulces. También, cereales y féculas, así como judías o legumbres, hortalizas de raíz y tubérculos. Tampoco se tendrán que consumir productos dietéticos o bajos en grasa, algunos condimentos o salsas, grasas saturadas, alcohol y alimentos dietéticos sin azúcares. Por lo tanto, deberás evitar las comidas ricas en carbohidratos, como los cereales, los azúcares, las legumbres, el arroz, las patatas, los dulces, los zumos y la mayoría de frutas.
Esta dieta podrá ayudarte a perder mucho más peso que otra baja en grasas y, además, sin pasar hambre. También, podrá impulsar la sensibilidad a la insulina y causar una pérdida de grasa. Esto traerá diversos beneficios para la salud para aquellas personas que sufren de diabetes tipo dos o prediabetes. Algunos estudios también han demostrado que puede tener múltiples beneficios contra otras enfermedades como la cardiopatía, el cáncer, el alzhéimer, la epilepsia, el párkinson, el síndrome del ovario poliquístico, las lesiones cerebrales y el acné. Aunque, antes de comenzar con este tipo de dieta, tendrás que consultar a un especialista.
Sí que es cierto que este tipo de dieta puede provocar diversos efectos secundarios como puede ser la famosa gripe keto, que tan solo dura unos días. Esta provoca una disminución de la energía y de la capacidad mental, problemas de sueño, náuseas y malestar digestivo. Para minimizar este problema tendrás que seguir una dieta más estándar durante las primeras semanas. También, la dieta cetogénica podrá cambiar el equilibrio del agua y los minerales del cuerpo, por lo que puedes añadir un extra de sal a las comidas o tomar suplementos minerales.