Con la llegada del verano, en muchas ocasiones, declinamos ponernos un tipo determinado de ropa porque sabemos que vamos a sudar y que habrá muchas posibilidades de que la mancha se quede en la ropa. Esto no será agradable a la vista y hará que nuestra prenda luzca como si estuviera sucia. La zona más afectada serán las axilas y el pecho, ya que secar esas partes siempre será más complicado y, a la vez, son por las que más se suda. Por eso, y sobre todo la ropa blanca, se quedará con unas manchas amarillentas y muy difíciles de eliminar.
La mayoría de detergentes para quitar estas manchas son bastante agresivos. Aunque funcionan bien, lo cierto es que los productos utilizados pueden no ser del todo idóneos para nuestra piel. Clinics in Dermatology publicó una investigación donde advertía que algunos componentes de los detergentes podían causar reacciones cutáneas no deseadas. Es más, su uso también estaba asociado a distintas complicaciones, como el asma y las alergias. También, existen algunos productos y soluciones naturales que harán que nuestras manchas desaparezcan. Aún así, todo dependerá de la composición de la prenda.
Los productos y trucos naturales tendrán un efecto muy interesante. Lo primero de todo será actuar con rapidez; sea la mancha que sea, lo mejor será atajar el problema cuanto antes. Cuanto más tarde se intente quitar, más habrá profundizado en el tejido. Por eso, si ves que la ropa está manchada de sudor, ponla a lavar lo más rápido posible.
El vinagre blanco es uno de los productos naturales más utilizados para deshacerse de esas manchas tan molestas. Se trata de un producto versátil, libre de tóxicos y que ayuda a desinfectar. Además de quitar las manchas, también elimina el mal olor y deja en las prendas una sensación de suavidad. Para utilizarlo como quitamanchas, tendrás que mezclar el vinagre con agua y, luego, verterlo sobre la prenda. Tendrás que esperar unos quince minutos para que actúe de forma adecuada. Pasado ese tiempo, lo mejor será que cubras las prendas con agua caliente y lo dejes actuar durante una hora. Para terminar, déjala secar al sol.
El bicarbonato de sodio y el agua oxigenada también serán una buena opción. Eso sí, esta última será bastante perjudicial para el tejido y el color, por lo que habrá que utilizarlo únicamente con prendas claras. Su aplicación servirá para repeler la suciedad de las fibras y los residuos de sudor. Para hacerlo, lo mejor será que juntes el bicarbonato y el agua oxigenada. Así, vierte la mezcla sobre la ropa y frota con un cepillo de dientes. Deja reposar unos diez minutos para que la mezcla actúe sobre la mancha.
De la misma manera, se cree que el ácido salicílico que contiene la aspirina puede servir como agente blanqueador. Para probarlo con la ropa, lo primero que habrá que hacer será disolver la aspirina en un vaso pequeño de agua. Luego, habrá que impregnar la mezcla sobre la ropa y frotar. El siguiente paso será dejarlo reposar, retirar la mezcla y lavar la ropa.
Otro ingrediente interesante es la sal de mesa que, por su composición y textura, ayudarán a que se desprendan los residuos que forman manchas en la prenda. También, el limón y el bicarbonato servirán para las manchas de sudor y bastará con frotar la mezcla de forma directa sobre las marcas de la ropa para que tenga un mejor aspecto. Además, si quieres, también podrás utilizar las rodajas de limón y añadirlas en un recipiente con agua. Para ello, habrá que introducir la prenda en un barreño con agua y dejarla en remojo durante, al menos, una hora. Después de eso, habrá que pasarla por la lavadora.
Sí que es cierto que con estos productos será posible quitar el sudor de la ropa, aunque todo dependerá del tipo de mancha y del tejido. Esta será una de las mejores opciones porque no dañará tanto la ropa como lo puede hacer cualquier otro detergente que tenga una alta carga de componentes químicos. Aún así, si ves que las manchas no salen de la ropa, lo mejor será que acudas a un centro especializado, donde puedan tratar la ropa de forma adecuada. Eso sí, el tratamiento también dependerá del color de la ropa, ya que muchos de estos productos podrán dañar el tono de la prenda, como es el caso del agua oxigenada.