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La micropigmentación de cejas es un retoque que ha ido ganando adeptos hasta convertirse en uno de los tratamientos más demandados. Si hace unos años era tendencia lucir esta parte del cuerpo como una línea sobre el ojo, ahora la moda anima a lo opuesto, a conservar un aspecto definido con el propósito de que sean llamativas y un icono diferenciador de nuestro rostro. El proceso es bien sencillo, consiste en inyectar en la dermis un pigmento que rellene o arregle esta zona para que quede lo más realista y cuidada posible. Esther Arroyo ha sido una de las últimas en sumarse a esta corrección que suele conservarse entre 1 y 4 años.
“Os dejo el resultado de la pigmentación que me ha hecho Nuria Vera. Un trabajo excelente”, colgaba una foto del antes y después para hacer mucho más visible este cambio que ha llegado a cambiar la expresión de su cara. Eso sí, la presentadora puntualizaba que “aún tiene que pasar un mes para ver el resultado final”, el cual está decidida a mostrar en sus redes “sin las rojeces del primer día”.
“Las cejas ahora están de moda, pero siempre fueron importantes porque enmarcan la mirada y le da intensidad. Muchas de nosotras somos el resultado de la moda ‘demodé’ y necesitamos un tiempo precioso para pintarlas y devolverlas a su estado original. ¡Así estaré lista más rápido!”, señalaba las ventajas de haberse sometido a esta técnica de maquillaje permanente.
No solo ella se ha quedado encantada con el desenlace de este tratamiento. Seguidores y amigos han resaltado a través de comentarios que sus cejas han quedado “muy bonitas y naturales”. “Es espectacular. Rejuvenecimiento sin cirugía. Lo mejor”, se mostraba fascinada una usuaria. “Tú eres guapa con lo que te pongas. O con lo que te quites”, le piropeaba Elena Furiase. “Te ha quedado genial”, se unía a esta oleada de elogios Adriana Abenia.
Hace justo un mes, en una de sus últimas apariciones públicas, Esther recordaba cómo fue el brutal accidente que sufrió el 10 de octubre de 2008. La presentadora, su marido y varios amigos viajaban hasta Santander cuando una furgoneta que iba a gran velocidad colisionó con su vehículo. Uno de los componentes del grupo, desafortunadamente, perdía la vida al momento. El resto pudo salir con vida pero con lesiones de distinta gravedad. La presentadora fue la peor parada con una rotura de tibia y peroné que pudo postrarla de por vida en una silla de ruedas.
“Me explotaron los huesos porque la rueda del coche impactó contra mi pierna. He estado mucho tiempo sin hacer vida normal. Me daban unos dolores en las piernas que me tenía que tirar al suelo”, relataba su sufrimiento en el programa de Bertín Osborne. “Hasta hace 2 años no he tenido vida. El accidente me destrozó por completo, y psicológicamente también he estado luchando”, eran algunas secuelas derivadas de este traumático suceso, en el que ha contado con el apoyo de Antonio Navajas, su pareja, y sus dos hijos.