Las pestañas provocan una mirada más afinada, unos ojos más grandes y mayor expresión. Y muchas veces con el rímel no es suficiente para hacerlas crecer todo lo que queremos. Por ello, desde hace poco más de un año están más de moda que nunca las extensiones de pestañas, pensadas para realzar la mirada y para no volver a utilizar máscara de pestañas. Además, es la alternativa ideal a las pestañas postizas, que corren el riesgo de caerse y son más complicadas de poner.
Con las extensiones de pestañas se conseguirá duplicar la cantidad de cada ojo, es decir, pasaremos de unos 800 o 1000 pestañas de media hasta 1.600 o 2.000. Con esto, se conseguirá dar profundidad a la mirada, consiguiendo una mirada más frondosa. Cabe señalar que cada tratamiento será personalizado y se basará en tu mirada y tus hábitos de maquillaje: si te gusta hacerte el delineado o si quieres optar por una mirada más sencilla para tu día a día. Además, todas las pestañas que se apliquen serán de color negro para dar ese efecto de máscara de pestañas semi-permanente.
En el caso de que tus pestañas sean rubias, las extensiones lo que harán serán camuflar las verdaderas. Para que estas se vean y obtengas más volumen lo mejor será que apliques rímel en la base, aunque tendrá que ser acuoso. Las extensiones de pestañas tendrán una duración de más o menos un mes y notarás que ya tienes que rellenarla, ya que los pelos se caen. Si tu deseo es que tengan una duración más prolongada podrás hacer uso de distintos tratamientos sellantes y que las mantengan como el primer día.
Para ponértelas, deberás acudir a un centro de belleza, donde tengan experiencia en extensiones de pestañas. No tendrás que haberte maquillado los ojos en los últimos días. Te tumbarás sobre una camilla y la profesional comenzará con la puesta de las pestañas. El tratamiento suele durar como una hora y media. Durante todo el tiempo tendrás que mantener los ojos cerrados para que el pegamento sellador no te irrite. La pestaña es pegada a la natural. Este pegamento no es habitual que provoque reacciones alérgicas.
Nos encontramos con distintos tipos de extensiones de pestañas. Estarán las pestañas 1D, que serán las más clásicas y producirán un efecto rímel. Luego, las 2D darán la sensación de eyeliner. Por su parte, las extensiones de pestañas 3D tendrán un efecto de sombra de ojos y con las 5D se conseguirán un volumen y una densidad muy intensos. Lo más recomendable será que nos la pongan pelo a pelo, que dará un efecto más natural.
Respecto a los cuidados tras la puesta, habrá que esperar entre uno y dos días para que caiga agua sobre ellas. Podrás lavarte la cara y el pelo, pero con cuidado de no mojar las pestañas. Pasado ese tiempo podrás hacer vida normal. Tampoco será recomendable aplicar máscara de pestañas en ningún momento ya que podrá debilitar las pestañas. El rímel suele contener ingredientes oleicos que son los principales enemigos de las extensiones de pestañas. Si, en cambio, su base es acuosa, sí que podrás utilizarlo. Aunque no lo necesitarás, ya que tus pestañas ya tendrán ese efecto rímel.
Para desmaquillarte sucederá lo mismo; tendrás que utilizar productos con base acuosa. Para dormir, lo más recomendable será que lo hagas bocarriba para que las pestañas no rocen la almohada y no haya riesgo de caída. Y si llevas gafas, y te han colocado la longitud exacta de pestañas, no pasará nada. Aún así, siempre podrás consultar a un experto y que te indique cómo cuidarlas. Para retrasar su caída, lo mejor será que hagas uso de algún tratamiento complementario, aplicando un sellante y peinándolas cada día con suavidad -en el centro te darán un cepillo especial para ello-.
En el caso de que tengas poca cantidad, podrás seguir poniéndote pestañas, aunque el volumen será menor ya que van pegadas a las tuyas naturales. Una vez que comienzan a verse menos pobladas y con huecos, será la hora de acudir al centro de belleza a rellenarlas. El relleno puede realizarse a partir de las dos semanas, pasando por la tercera y hasta el mes. A partir de ese momento, se comenzará a cobrar como una nueva puesta, ya que ya ha pasado el tiempo recomendado.
Cabe destacar que los precios varían según la cantidad de pestañas y el resultado final que desees. Por ello, si quieres un look más suave podrás pagar 40 euros y te pondrán unas 45 pestañas en cada ojo o 150, también en cada uno, por unos 120 euros. Para un look más natural podrás pagar un tratamiento de unos 80 euros, con 90 pestañas por ojo.