Ya es hora de desmitificar el uso de las pestañas postizas. Ni son solo para Nochevieja, ni las usan en exclusiva las Kardashian o Jennifer López cuando da un concierto. Las pestañas postizas son para las vips lo que un labial rojo para el resto de las mortales, y las llevan con soltura y desparpajo en cuanto la ocasión lo merece (eventos, sesiones de fotos…). Pueden gustarte o no, puedes necesitarlas o no, pero no hay ninguna razón para no incluirlas en tu neceser si quieres presumir de pestañas.
Además, cuando hablamos de pestañas postizas no nos estamos refiriendo, necesariamente, a conseguir un look de ojos exagerado (que también se puede), sino a utilizar un accesorio que puede, desde la máxima discreción, embellecer y realzar tu mirada.
Si bien no son un producto de uso diario (en ese caso deberías pensar en unas extensiones), sí puedes contar con ellas para cualquier ocasión en la que, sin necesidad de ser una boda, quieras que tu mirada sea el centro de atención.
Te contamos qué tipos de pestañas puedes encontrar, cuáles son las que más te convienen y cómo hay que ponerlas. En el mundo de las pestañas postizas, como en tantas cosas, siempre hay una primera vez y la práctica es la clave del éxito.
Pestañas postizas enteras: son las primeras en las que pensamos cuando hablamos de este tipo de pestañas, las que cubren por completo la pestaña natural, desde el extremo exterior del ojo hasta casi el lagrimal. Los pelitos se sujetan a una tira de plástico curvada para imitar la curva natural de la pestaña. Esta tira de plástico puede ser transparente o no (más discreta si lo es), y más o menos fina. Cuanto más fina sea la tira más cómoda te resultará de llevar, porque se adaptará mejor al movimiento natural del ojo.
De este tipo de pestañas existe una gran variedad, desde las más naturales hasta las más tupidas, dependiendo de si buscas solo realzar la mirada o de si quieres conseguir un look potente y dramático. La variedad que hay en el mercado de largo y densidad de pestaña es tal que puedes elegir sin ningún problema las que más se adapten a lo que estás buscando.
Pestañas postizas de esquina o acentos: son las que ocupan solo la mitad externa del ojo y buscan conseguir un resultado más natural que el que ofrecen las pestañas postizas enteras. La forma del ojo se hace más almendrada al alargar el extremo y hacerlo más tupido.
Si no buscas un look muy marcado son mejores que enteras, y son más sencillas de poner y más cómodas de llevar, porque al no hacer la curva del ojo apenas las notas. Eso sí, no hay tanta variedad de modelos, pero sigue siendo la suficiente para que encuentres las pestañas que buscas para tu mirada.
Grupos de pestañas individuales: sin duda son el tipo de pestañas postizas más versátiles. No son pestañas que tengas que colocar una a una, sino que se presentan en pequeños grupos de dos o tres pestañas unidas por un nudo, con distintas longitudes y grosores para que puedas ir combinándolas hasta conseguir el resultado que buscas, que seguramente sea uno muy natural si has optado por este tipo de pestañas. Aunque no solo puedes utilizarlas de manera individual para aumentar tus pestañas, sino que también puedes añadirlas a una pestaña postiza completa para intensificar el efecto final.
Pestañas postizas pelo a pelo: son lo más parecido a las extensiones de pestañas porque pueden durar hasta seis semanas y han de ser colocadas por un especialista porque resulta más complicado hacerlo que con el resto de pestañas. Al tratarse de pelitos finos que imitan nuestro propio pelo y que se colocan uno a uno el resultado es muy natural.
Tradicionalmente las pestañas postizas se ponían utilizando un pegamento con una fórmula oftalmológica segura y aprobada, muy fácil de utilizar. Pero una prueba irrefutable de que el uso estas pestañas está cada vez más extendido es que las marcas han lanzado una fórmula de lo más novedosa para su colocación, pensando en nuestros hábitos reales de belleza: las pestañas magnéticas.
Lo único que cambia en este tipo de pestañas es la forma en la que se adhieren al ojo. En lugar de utilizar el pegamento para pestañas de toda la vida se emplea un delineador negro y mate que actúa como un imán con el que se traza la línea del ojo. La idea es que podamos reproducir un gesto al que estamos mucho más acostumbradas, como es la aplicación del eyeliner, y luego solo tengamos que colocar las pestañas postizas encima.
Es importante que prestes atención a la forma de tu ojo para conseguir el efecto que estás buscando. Los ojos grandes, en general, pueden lucir cualquier tipo de pestañas, y la elección va a depender de si quieres un look más marcado o uno más natural. En este último caso lo que más favorece es colocar las pestañas individuales en el extremo del ojo. Si tienes los ojos muy redondos prueba a añadir longitud a las pestañas, para compensar las proporciones.
Una forma de separar ópticamente los ojos que están muy juntos es colocar las pestañas postizas de menos a más, con un longitud más corta en la zona del lagrimal y con la más larga en la parte externa del ojo. Los ojos hundidos se realzan alternando longitudes a lo largo del todo el ojo, y los ojos caídos deben evitar la sobrecarga con elecciones como la media pestaña.