El flequillo ha vuelto y está más de moda que nunca. Se acabó ese miedo que da siempre dar el salto y echar mano de la tijera para cubrir la frente. Pero si hace un tiempo se llevaba el flequillo recto y totalmente opaco, ahora se luce más largo y abierto, siguiendo las premisas del chic francés. Nos referimos a ese de estilo más romántico y bohemio, ese flequillo abierto desfilado, más largo y denso por los lados y corto en el centro, que deja entrever la parte central de la frente. El también conocido como flequillo cortina que puso de moda Brigitte Bardot.
Se trata de un tipo de flequillo que sienta bien a todos los tipos de pelo, ya sean melenas más o menos densas o con el cabello más o menos fino. Y es que no hará falta tener mucho pelo para conseguir el resultado perfecto. Además, el flequillo abierto es muy fácil de lucir, ya que prácticamente no habrá que peinarlo. Puedes alisarlo ligeramente para hacer que sea más moldeable y manejable, especialmente si tienes el pelo rizado, pero el truco está en dejarlo secar al aire y peinarlo con los dedos para que quede mucho más natural. Es decir, este flequillo no tiene que quedar perfecto, sino peinado "al azar". Por eso es una de las fórmulas más sencillas hechas tendencia. Tanto, que puedes cortarlo tú sola en casa, pues no debe quedar cortado de forma precisa sobre las cejas, sino que incluso queda por debajo de ellas. Eso sí, hay que tener cuidado para no pasarse.
Para conseguir este flequillo, lo mejor es cortarlo con el pelo seco, justo después de la ducha, para evitar que el pelo "suba" demasiado una vez cortado. Antes de empezar, coloca sobre tus hombros una toalla pero cubriendo la parte del pecho para que el pelo que cortes caiga sobre ella y no al suelo. Después peina bien el pelo con raya al medio para que luego sea más sencillo separar el flequillo. También haz una raya horizontal, aproximadamente a mitad de la cabeza. Esta será la parte que deberemos cortar para hacer el flequillo.
Recoge el resto del pelo en una coleta baja con una pinza o goma para que no se mezcle con el pelo del flequillo. Péinalo sobre el rostro para ver exactamente qué parte de pelo habría que cortar. Si observas que has dibujado la línea horizontal demasiado atrás, es el momento de rehacerla. Vamos quitando el pelo sobrante hasta que no quede demasiado espeso.
Cogemos el peine, y hacemos una línea desde el arco de la ceja y después dibujamos otra línea como si fuéramos a hacer un flequillo ladeado. Haz lo mismo en el otro lado. Debe quedarnos una especie de triángulo dibujado en el cabello. Aparta el pelo que has quitado con unas pinzas. Peina el que ha quedado de frente sobre el rostro. Después, calcula el centro de la pupila y separa ese mechón. Haz lo mismo en el otro lado.
La parte que queda en el centro será la que habrá que cortar más corta. Córtala algo más larga de lo que la quieres, así será más fácil de arreglar cualquier desperfecto. Corta esa parte de forma vertical en un ángulo de 90 grados. Después pega esa misma parte a la nariz, retuércela y corta en horizontal, aunque no mucho para que no se suba demasiado. Después, despúntala de forma vertical. De nuevo, medimos la parte central a lo largo y volvemos a hacer divisiones, pequeñas, para reducir el centro y cortamos un poco más de forma vertical y despuntando. Ahora unimos las partes sobrantes que habíamos apartado la vez que dividimos el pelo a la altura de la pupila y dibujamos una raya en medio de lo que será el flequillo, utilizando la parte más corta y desfilada de guía para cortar el flequillo abierto desfilado por los lados.
Ahora, cogemos una de las dos mitades y la movemos hacia el lado opuesto. Cortamos y volvemos a despuntar. Hacemos lo mismo en el otro lado. Juntamos ambos lados y retocamos las diferencias. Ahora soltamos el resto del pelo y vemos que todo se mezcla de forma natural y sin grandes diferencias ni trasquilones.
El flequillo abierto favorece a todos los tipos, no solo de pelo, sino también de rostro. Y es que hace que los que son más cuadrados sean menos angulosos, afina los rostros redondos y acorta los que son demasiado largos. Por eso, si hay una forma de llevar el flequillo de lado es con el pelo suelto, por lo que los cortes de pelo con flequillo abierto por excelencia son el pelo largo o media melena, aunque también admite el estilo bob completamente regular, para dar un aire vintage.
Además, resulta realmente favorecedor completando una coleta alta o un recogido bajo, aportando una nota de personalidad bohemia y vintage, de lo más romántica.
Se suele llevar accesorizado con coleteros, lazos, tanto al cuello como cubriendo la goma de la coleta o con pasadores en el caso de llevar el pelo suelto, para dar más importancia al peinado, pues el look con flequillo abierto, al ser algo despeinado, puede resultar demasiado informal.