La piel no es igual en todas las zonas de nuestro cuerpo y, por tanto, no necesita los mismos cuidados. Algunas partes son más sensibles que otras, como los labios, tan importantes en nuestro rostro y, sin embargo, tan ignoradas durante las rutinas de belleza.
La piel de los labios es muy delicada y sensible a los signos de la deshidratación, el frío o el viento; las agresiones contra ellos son muchas, y los cuidados, bastante menos. Para conseguir que tus labios tengan un aspecto suave, uniforme y saludable, hay que aplicar ciertos tratamientos a diario. En Divinity.es te contamos cuáles.
Un paso fundamental en la rutina beauty, sea en la zona que sea, es la exfoliación de la piel. Solo a través de este paso se acaba con las pieles muertas y se activa el flujo sanguíneo. En el caso de los labios, existen productos especiales en las tiendas de belleza, pero también puedes hacer en casa tus propios exfoliantes (un poco más agresivos, eso sí), con azúcar moreno y aceite de oliva o vaselina.
Aplica el exfoliante de una a dos veces por semana, haciendo pequeños círculos de manera suave. La idea es no lastimar ni irritar la piel, por lo que tan solo necesitarás unos segundos; termina el proceso enjuagando los labios con agua tibia y aplicando después vaselina en la zona.
Seguro que tu intención durante el verano es pasar tanto tiempo bajo el sol como puedas. Esa es muy buena idea para tu estado de ánimo, pero un poco más nociva para tu piel y labios, especialmente sensibles a los efectos del sol. Por eso, cuando vayas a exponerte al calor, lo mejor es que apliques en cara y labios protectores solares.
En el caso de los labios, puedes optar por aplicar el propio protector facial o uno específico para la zona. En droguerías y tiendas específicas de belleza podrás hacerte con bálsamos o pintalabios con FPS; la protección contra el sol y la hidratación de tus labios son tus mejores aliados contra el envejecimiento de la piel.
El frío y el calor hacen que los labios se resequen y partan. Por eso hay que invertir en bálsamos labiales, pero también mejorar nuestros hábitos, que pueden ser particularmente nocivos.
Por supuesto, conviene beber dos litros de agua a diario y consumir alimentos con alto contenido en agua, como frutas y verduras. En ese sentido, evita pasar la lengua por tus labios tanto como puedas, ya que reseca la boca, y trata de no arrancar los pellejitos de los labios, lo que puede provocar hidratación e incluso formar heridas.
Para favorecer la hidratación, recuerda usar vaselina antes y después de dormir. También puedes aprovechar y usar una mascarilla de labios una vez a la semana, para regenerar la piel y aumentar los niveles de hidratación.
Si vas a maquillarlos, el primer es un producto que debes conocer. Es un tratamiento, normalmente con forma de barra de labios, que mantiene la base del labio hidratada y sin huequitos, lista para aplicar cualquier labial. Notarás menos las agresiones del maquillaje y aprovecharás todavía más el producto, ya que durará más sobre el labio.
No olvides desmaquillar los labios antes de dormir e hidratarlos antes de ir a la cama. Tendrás dulces sueños y, a la mañana siguiente, unos labios de diez.