Laura Escanes siempre ha hablado con naturalidad de su físico con su millón y medio de seguidores en Instagram. En sus publicaciones, la influencer ha aparecido sin maquillar o ha hablado abiertamente de los cambios en su cuerpo y de los retoques estéticos que se ha realizado. El último, una operación de pecho a la que la mujer de Risto se sometía tras reconocer que "daba sensación de estar caído". Y recientemente ha abierto otro melón en sus stories: el de la depilación.
La influencer estaba grabando varios vídeos mostrando productos de diversas marcas. Y en alguno de ellos ha enseñado indirectamente las piernas y los muslos. La reacción de algunos de sus seguidores al apreciar el vello en esta zona ha sido inmediata y Escanes ha querido dejar constancia de ella, explicando además por qué decide no depilarse la parte superior de la extremidad.
Siempre que hace alguna publicación en la que se ve una parte de sus piernas, recibe comentarios críticos. "Depílate", "Qué asco", ha enumerado la influencer entre risas, mientras mostraba sus muslos, en los que se aprecia un ligero vello de color claro. Pero pese a estas reacciones negativas, Laura parece tener clara su decisión. "Al ser rubios a mí no me molestan", ha aclarado.
Según sus palabras, nunca se ha depilado esta zona de la pierna. La catalana reconoce que no sabe qué pensará en el futuro o si cambiará de opinión algún día, pero que a día de hoy no se piensa quitar los pelos de esta parte. "Me dan igual", admitía.
La cosa cambia al referirse a la zona inferior de la extremidad, la pierna propiamente dicha, que sí se depila. Laura ha explicado que en esa parte se pasaba la cuchilla, hasta que decidió optar por el láser. "Estaba súpercontenta", reconoce. Pero el embarazo de Roma lo detuvo todo, por lo que la acción de las primeras sesiones acabó por esfumarse. Y ahora Laura, que celebra el noveno mes de vida de su primera hija, ha retomado la práctica de retirarse el vello.
Escanes ha recuperado un método que utilizaba de pequeña: la depiladora eléctrica, que le tomaba prestada a su madre en sus primeras incursiones en este mundo. Y ha recordado el dolor que sentía entonces. Laura ha reconocido que se compró una tras ver "que muchas influencers la recomendaban". Y una vez con ella en su poder, comenzó el sufrimiento. "Un show que monté…", ha reído en sus stories, donde ha detallado el paso a paso de dicha experiencia.
A la modelo le costó media hora decidirse. "Venga, venga. ¡Ay, no, no, no, pero cómo me voy a hacer esto si sé que me va a hacer daño", se lamentaba al intentarlo. Finalmente, optó por meterse en la ducha, donde ha reconocido que la cosa fue algo más llevadera. "Aunque indoloro no es, la primera pasada me quería morir", confesaba. Finalmente, la mujer de Risto ha concluido que, tras su vuelta de vacaciones, volverá a retomar las sesiones de láser.