Las mejores mascarillas para rostros sensibles: aprende a protegerte del coronavirus sin arriesgar la piel

  • Una de las consecuencias de llevar mascarilla es la aparición de acné y la irritación de la piel, por eso es importante elegir la adecuada para nuestra piel

  • En concreto, las pieles sensibles son las que más sufren con la mascarilla, por eso se necesitan aún más mascarillas con unas características concretas

No hace falta decir que la mascarilla protectora ahora es más que obligatoria, y es que debe acompañarnos allá donde vamos para protegernos a nosotros y a los demás del contagio del coronavirus. Pero las mascarillas tienen una cara b que no podemos obviar. Desde que las usamos es probable que hayamos visto que en nuestra piel ha salido algo de acné, incluso aunque no fuéramos propensas a ello, y que está más irritada en general. En definitiva, la mascarilla protege nuestra salud pero daña la piel.

Esto se debe al roce de la mascarilla con la piel, sí, pero también a la humedad que allí se condensa, perfecta para que las bacterias proliferen, el roce con el maquillaje también interviene, además de que no solemos cambiar de mascarilla con la frecuencia que corresponde.

Por eso, la solución, como no llevarla queda descartado, además de proteger bien la piel con cremas hidratantes y nutritivas, sérums y brumas faciales, lo que debemos hacer es elegir con mucho cuidado nuestra mascarilla. Y mucho más si de por sí nuestra piel es una piel sensible que sufre más, se corta y descama más y se irrita más y más fácilmente con la mascarilla protectora contra el coronavirus.

De hecho, con el avance y duración de la pandemia de covid, se han creado mascarillas específicas para este tipo de pieles, con otros materiales como la seda o el neopreno, sin costuras o que se ajustan mejor sin dañar tanto la piel. Eso sí, nunca dejes de proteger la piel del rostro antes de usar la mascarilla, especialmente, si es una piel sensible.

Adolfo Domínguez

La firma de moda ha lanzado unas mascarillas hechas con lino y algodón que se construyen con gomas con ajustadores para ceñirlas adecuadamente al rostro. Se trata de materiales transpirables, evitando así rojeces e irritaciones. Además, están hechas sin costuras que rocen la piel, con lo que se reduce aún más el riesgo de irritación. Están disponibles en dos tonos, uno claro y en negro y cuestan 19 euros.

Mascarilla de falso neopreno: Fernando Claro

Otro de los materiales que se usan en las mascarillas para evitar la irritación es el falso neopreno, como las de Fernando Claro. El neopreno es un material muy estiloso pero que no deja transpirar lo suficiente, por eso desde este taller de alta costura lo hacen con poliamida y elastano de tres capas. Pero lo más interesante de esta mascarilla está en que, se cubre totalmente de encima de la nariz a la boca pero se deja un hueco separando la boca y la piel del rostro del tejido, con lo que no se irrita. Además, no tiene tejidos que rocen con el rostro y la goma, en lugar de a las orejas se ajusta a la cabeza, con lo que hace que se roce aún menos con la piel, quedando perfectamente ajustada. Cuesta de 25 a 28 euros.

Sin filtros

El elastano también es uno de los materiales de la mascarilla de Alhaja, y es un tejido de lo más transpirable. Además no contiene filtros, evitando aún más la sudoración, por lo que también se evita la irritación. No tiene costuras que arañen y rocen la piel y se ajusta fácilmente al rostro sin hacer sufrir las orejas. Está disponible por 15 euros.

De seda

La clave para que la mascarilla no irrite nuestra piel, además de elegir una que sea reutilizable, higiénica y que pueda lavarse, está en dar con materiales sensibles para la piel y, además del algodón, ¿qué otro material es suave? Efectivamente, la seda. Es fino, por lo que también transpira y el roce con la piel será mínimo, y además, como es un tejido suave y fino no se marcará en la piel. Esta es de Slip y está disponible en Farfetch por 44 euros.

Específica para piel sensible

Además de Adolfo Domínguez hay marcas especializadas que también han fabricado mascarillas específicas para la piel sensible. Una de estas es la máscara Muvu. Está desarrollada con un diseño ergonómico, con dos bandas elásticas en su contorno para que el ajuste sea más fácil y sea más cómoda. Es reutilizable y "mantiene el equilibrio de la humedad, aislando la piel del entorno y consiguiendo un ambiente óptimo que favorece y mejora la recuperación de la piel”, señalan desde la propia firma.

Está diseñada con la tecnología regenactiv, lo que la hace óptima para las pieles sensibles porque reduce y evita el sobrecalentamiento de la piel y la irritación. “Acelera el proceso de curación de lesiones en la piel al mantenerla limpia, favoreciendo la renovación de la epidermis. Además, protege frente del desarrollo de gérmenes, por lo que previene infecciones en la piel”, añaden. Cuesta 14,96 euros.

Con cobre y zinc

Esta mascarilla de Onfoot es una muy buena opción para pieles sensibles porque tiene una tecnología antibacteriana y antivirus basada en propiedades de cobre y zinc, con la que se desinfecta sola en menos de cuatro horas, tiene buena sujeción y ajuste. Con el zinc repara pequeñas heridas, reduce la dermatitis, combate el acné, mejora la circulación y evita la irritación por el uso prolongado de la mascarilla. Además la puedes personalizar con tus iniciales. Cuesta 19 euros.

Fácil de ajustar y transpirable

Esta mascarilla de Abbacino es impermeable y transpirable, ajustable y ligera, adaptándose perfectamente a la cara y evitando que se cree un “ecosistema dentro de la mascarilla. Está disponible por 9,07 euros.

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