No importa cuál sea tu tipo de cabello o corte, el pelo encrespado puede aparecer en cualquier momento con la intención de arruinarte tu hair look. Da igual que tu pelo sea liso, ondulado o rizado, que lo lleves largo o corto, cuando menos te lo esperas el frizz hace acto de presencia y hace que nuestro cabello parezca descuidado o estropeado, aunque no sea así.
Ese momento en el que el pelo parece haber adquirido vida propia puede resultar inoportuno, pero no es imposible de solucionar y, sobre todo, puede evitarse casi por completo con determinados gestos muy fáciles de llevar a cabo. Sea como sea tu cabello, toma nota de estos sencillos remedios, para que el dichoso frizz no vuelva a pillarte por sorpresa.
Aunque parezca que siempre haces todo igual, pero unas veces el pelo se encrespa y otras no, lo cierto es que no prestar atención a ciertas rutinas puede hacer que tu cabello tenga más bad hair days de los que te gustaría. Lavar el pelo a diario, por ejemplo, no debería ser un problema si utilizas un champú que sea muy hidratante o que ya incluya el acondicionador, porque ayudan a alisar la fibra capilar, reduciendo el encrespamiento. Cuando uses mascarilla, déjala actuar al menos 10 minutos para que pueda hacer efecto y notes cómo tu cabello se hidrata en profundidad. A la hora de aclararlo olvídate del agua caliente y hazlo siempre con agua templada (no es necesario que esté fría). Así evitarás el vapor que se genera con el agua caliente y que puede encrespar más el pelo.
Ten cuidado al secarte el pelo con la toalla y no frotes el cabello en exceso. Sabemos que lo haces para acelerar el proceso de secado, pero al frotar con fuerza el pelo se carga de electricidad y se encrespa con más facilidad. Además se pueden romper las cutículas del cabello, que sin más frágiles cuando este está mojado. Si utilizas secador, procura mantener una distancia mínima de 20 centímetros entre él y tu pelo para que no lo reseque. La temperatura ha de ser media y, si puedes, haz la última pasada con la temperatura fría para cerrar la cutícula. Las planchas y rizadores también resecan y estropean el cabello, así que limita su uso todo lo que puedas.
Nos encantan los aceites y productos hidratantes que le dan un buen acabado al cabello, pero usar una cantidad excesiva de cualquiera de ellos no tiene por qué resultar beneficioso. Existen gamas específicas anti encrespamiento, pero puede que para ti sea suficiente con una que sea hidratante. Lo principal es que no contengan sulfatos, ni siliconas entre sus componentes y que apliques el producto en su justa medida.
Si excedes la cantidad tu cabello se verá perjudicado porque estará más sucio y perderá su brillo. Puede que no se encrespe, pero el resultado será un pelo apagado y mate que tampoco será muy favorecedor. Cuando pruebes un producto es mejor que vayas de menos a más, sin saturar el cabello, hasta que lo veas hidratado, pero sin que pierda su brillo natural.
Es cierto que puedes encontrar en el mercado todo tipo de productos que sirvan para hidratar el cabello y evitar el encrespamiento, pero en casa dispones también de numerosos ingredientes naturales que te pueden servir para obtener una hidratación extra, prescindiendo de los componentes químicos.
La miel, por ejemplo, es un humectante natural muy poderoso que ayuda a hidratar en profundidad tu pelo. Disuelve una cucharada de miel en un litro de agua y enjuaga el cabello con la mezcla, para darle a tu cabello hidratación y brillo.
Lavar el cabello con el clásico champú de huevo casero sigue siendo tan válido como siempre para dejar el cabello como nuevo. Mezcla 3 cucharadas de aceite de oliva con un huevo y masajea la mezcla sobre el pelo húmedo para hacerlo penetrar en profundidad. Aclara a conciencia y comprueba los resultados.
También puedes elaborar una mascarilla casera mezclando un plátano con un aguacate. Distribúyela por el cabello húmedo y déjala actuar durante, al menos, 20 minutos. Aclara con agua templada lávate con tu champú habitual. Notarás el cabello brillante e hidratado gracias a las propiedades de ambas frutas.
Nos referimos a gestos como el cepillado, que hay que realizar siempre con cuidado, para que no se rompa la cutícula ni se cargue de electricidad. Tampoco es recomendable tocarse el pelo con frecuencia, aunque pueda resultarte un gesto muy habitual. Si notas que el pelo se te encrespa cuando te quitas la ropa por la cabeza, o al sacarte un sombrero o el casco de la bici, pasa tu mano por él rápidamente y disminuirás el posible frizz.
Si al lavarte el pelo lo notas muy encrespado, puedes aplicar un producto hidratante y recogerlo en un moño o trenza para que no vaya a más. Mantenlo recogido todo el tiempo que puedas y, al soltarlo al día siguiente, notarás como el encrespamiento se ha reducido. Para ayudar, peinate con los dedos y notarás la mejoría.
Por último, un truco de lujo: hazte con una funda de almohada de seda. Mima tu cabello mientras duermes gracias a este consejo, ya que la seda elimina la fricción del cabello durante la noche, para que no te levantes con el pelo encrespado.