Llevar el pelo corto está de moda. Le hemos perdido el miedo a la tijera y hemos descubierto la gran variedad de opciones que hay para dejar atrás las melenas largas. Los diferentes estilos que marcan tendencia se adaptan a todo tipo de rostros y de cabellos, por no hablar de la personalidad que otorgan a quienes lo llevan. Hay mujeres que llevan años presumiendo de pelo corto y buscan nuevas posibilidades sin dejar crecer el cabello demasiado. Otras están buscando un cambio de imagen, y quieren dejarse seducir por la idea de cortar por lo sano. Para todas ellas hemos reunido los cortes de pelo corto que triunfan este invierno. ¡No te los pierdas!
El pixie nunca falla. Si quieres el corte de pelo que nunca pasa de moda esta es la mejor opción. Pero la recomendación esta temporada es llevarlo con flequillo. La idea es que puedes jugar con diferentes maneras de peinarlo, como marcar la raya al lado, fijar un tupé o deslumbrar llevándolo hacia atrás con un efecto wet. Y, por supuesto, puedes dejarlo al natural, porque te dará un aire fresco y desenfadado.
Si hace un tiempo era un corte solo para las más atrevidas, el mullet ha ganado posiciones y ha pasado a ser el corte de las mujeres con estilo que saben lo que quieren. Con reminiscencias al principio de la década de los 80, se caracteriza por ser más corto por delante que por detrás. Eso sí, no le sienta bien a todos los tipos de cabello. Los más idóneos para lucir un mullet son aquellos que no son muy gruesos y que tienen un ligero movimiento de manera natural.
El microbob triunfa este invierno porque es perfecto para aquellas que no quieren renunciar a la sensación de tener el pelo largo, pero buscan la comodidad de un pelo corto. Se trata de un corte que aporta estilo y modernidad a todo tipo de cabellos, aunque favorece más a los rostros alargados y finos. El largo no llega a la barbilla y cae en una capa entera, pero con las puntas ligeramente desfiladas para darle movimiento y frescura.
Este bob destaca, además de por su breve longitud, porque los mechones están cortados en forma de picos. Esto lo convierte en un corte muy desfilado con un acabado irregular y con mucho estilo. La parte de atrás, más larga que la delantera, nunca llega a los hombros. Es un corte muy sofisticado, que irradia personalidad y que consigue darle al pelo volumen y movimiento como pocos lo consiguen.
Más conocido como “corte tazón”, el bowl cut tiene un acabado redondeado y con las capas largas hasta la mitad de la cabeza, cubriendo ligeramente la oreja. Le sienta bien a todo tipo de cabellos y es uno de esos cortes inspirado en las tendencias de los años 90 que literalmente va a arrasar este invierno.