Atención, rubias: este otoño hay un color de pelo que llega para quedarse y dejar atrás los mechones blanquecinos tras un verano expuestas al sol. Es hora de pensar en un tono que aporte elegancia, favorezca y nos dé un aspecto glamouroso 24/7. Los expertos en coloración del cabello han dado con el nombre que mejor le va, que no es otro que sparkling champán, el rubio que va a triunfar este otoño. Con un toque dorado inconfundible, aporta esa calidez que buscamos para esta época del año, y conseguirlo solo es posible si te pones en manos de un buen profesional.
El rubio champán que está de moda se suma a la tendencia por buscar tonalidades en el cabello que tengan un aspecto homogéneo, con sutiles contrastes que le den luz y un acabado brillante que hable de nuestro estilazo y de la salud de nuestro pelo. Es el momento de aparcar las mechas muy contrastadas o los rubios fríos, y apostar por la calidez de este color que triunfa ya entre las expertas en belleza. Si bien el otoño pasado los rubios tendía a oscurecerse para adaptarse a esta estación del año, esta vez toca apostar por la mejor versión de un rubio que asoma con si estuviera renovando sus hojas.
Dar con este rubio deseado y burbujeante no es solo cuestión de aplicar una coloración adecuada. Se trata de un trabajo minucioso en el que las mechas se aplican en finísimos mechones y combinando diferentes tipos de rubio según el color base. De esta forma se garantiza que el color refleje la luz como si lo acariciasen los rayos del sol, pero con una uniformidad que no permite distinguir una mecha de otra.
La raíz, como en las balayage, siempre queda algo más oscura para que el acabado sea muy natural. Además, como ya sabes, que la raíz no esté decolorada hace que el mantenimiento sea más sencillo. Por último, se aplica un baño de color que garantiza un rubio homogéneo y brillante que despierte admiración allá por donde pase.
El sparkling champán no es un tono único y definido, pero lo que sí es seguro es que no sirve para realizar cambios bruscos en el color. Es decir, no es un color para que las castañas oscuras y morenas se vean rubias. Es un rubio para rubias, en el que partiendo de su base se aplican diferentes tonos que nos llevan a ese champán deseado. Si nuestra base es oscura, es mejor decantarnos directamente por tonalidades caramelo, que aclaran con calidez y son afines al color de base.
Los rubios fríos y nórdicos son sensacionales, pero hay que admitir que no sientan bien a todas las pieles. Una de las grandes ventajas del sparkling champán es que siempre resulta favorecedor. ilumina y dulcifica el rostro, sin importar su tonalidad, y eso lo convierte en una apuesta segura de la que no es posible arrepentirse.