Aún son legión aquellas que no se ven bien peinadas si no llevan el pelo liso. Más allá de que sea una decisión estética, es cierto que en muchas ocasiones el frizz o una onda sin definir nos empujan a usar una herramienta de calor para lograr un buen peinado. Y, por supuesto, están las ocasiones especiales en la que queremos lucir un pelo impecable, y ahí sabemos que un buen alisado no falla.
Para conseguirlo en casa, con total comodidad, podemos utilizar una cepillo eléctrico o una plancha alisadora. Con los dos vas a obtener buenos resultados, pero no son iguales, y decidirte por uno u otro va a depender de tu tipo de pelo y del acabado que estés buscando. Así que te contamos las diferencias entre un cepillo y una plancha alisadora, para que sepas cuál debes elegir.
Aunque sea muy parecido, ya que con los dos puedes alisar el pelo, el acabado que ofrecen no es igual. La plancha consigue que el pelo quede lacio, recto desde la raíz a las puntas y sin volumen. En cambio, el cepillo no consigue ese “liso tabla”, sino que ofrece un acabado más natural y con volumen.
Para que la plancha haga correctamente su trabajo, es imprescindible cepillar el pelo previamente. Es un gesto que no debería llevarte mucho tiempo, pero lo cierto es que con el cepillo eléctrico te lo puedes ahorrar ya que, tal y como su nombre indica es eso, un cepillo, y puede peinar el cabello al mismo tiempo que lo alisas.
Si somos honestas, lo cierto es que nunca deberías utilizar una herramienta de calor con el pelo mojado o húmedo. El vapor que se genera puede estropear el aparato y, lo que ocurrirá sin lugar a dudas, es que estropeará tu pelo. En el caso de las planchas alisadoras es imprescindible que el pelo esté bien seco antes de pasarlo por él. En cambio, en el caso del cepillo, hay algunos modelos que se pueden utiliza con el cabello húmedo sin dañarlo. Pero no son todos los modelos, así que si pretendes darle ese uso, asegúrate bien de que tiene esa prestación antes de adquirir el tuyo.
El cepillo eléctrico no alcanza temperaturas tan altas como la plancha alisadora, y el tiempo de uso suele ser menor con él. Por lo tanto, el daño que el calor ejerce sobre el cabello es inferior al de la plancha, lo que permite que el pelo esté más saludable y que puedas utilizarlo prácticamente a diario. Y es que en pocos minutos te permite acabar con el frizz logrando un acabado muy natural. En cualquier caso, uses cepillo o plancha, lo ideal es que apliques previamente en el cabello un protector térmico.
Cuando se trata de alisar un pelo muy rizado, el cepillo puede decepcionarte, ya que invertirás tiempo sin lograr el resultado que esperas. En cambio, no hay rizo que se le resista a una plancha de buena calidad. Además, con la plancha puedes acabar las puntas en liso o en onda, según prefieras. En cambio, con el cepillo solo podrás marcar una ligera curva.