El error que estás cometiendo sin saberlo al escoger tu champú

La mejor manera de acertar con los productos adecuados para tratar las necesidades específicas de tu pelo es recurrir a profesionales que te asesoren y recomienden una rutina que lo mantenga sano, brillante hidratado y lejos del encrespamiento. El problema es que, al elegir el champú, a menudo se comete un error de base que es fijarse únicamente en que esté indicado para su tipo de cabello.

No es que la fibra capilar no sea importante, pero sus necesidades deben ser cubiertas con otro tipo de productos, como los acondicionadores y mascarillas, porque para la elección del champú lo determinante es el tipo, el estado y la salud del cuero cabelludo.

El error habitual al elegir el champú

La clave a la hora de elegir el champú que se adecúa a tus necesidades no esté en el estado de la fibra capilar, es decir, lo importante no es si tienes el pelo seco o graso, si tienes el cabello fino o grueso, si tienes las puntas abiertas o si se te encrespa el cabello, porque la función del champú no es tratar y restaurar la fibra capilar, su cometido es limpiar el cuero cabelludo y es ahí, en la raíz, donde debes poner el foco para hacerte con el champú más adecuad para ti. Esto significa que con independencia de el estado en que se encuentre tu cabello, es necesario un diagnóstico sobre cuál es tu tipo de cuero cabelludo.

Otro factor que se debe tener en cuenta es la frecuencia con la que te lavas el pelo, porque si lo haces a menudo, es necesario hacerlo con un producto más suave que si lo haces de manera más espaciada en el tiempo.

Los tipos de cuero cabelludo

El primer paso para encontrar el champú adecuado es conocer el tipo de cuero cabelludo que tienes que, a grandes rasgos, se pueden dividir en tres: seco, graso y sensible.

Para el cuero cabelludo seco, que se caracteriza por una raíz sin brillo, son adecuados los champús a base de aceites vegetales porque son ingredientes muy nutritivos que contribuyen a reponer los lípidos.

Si el cuero cabelludo es graso, aunque los medios y puntas estén secos, se requiere un champú equilibrante, preferiblemente con un PH ácido (entre 4 y 7) que son los más suaves para el pelo. Si además tienes caspa, debes saber que hay que alternar el champú anticaspa con otro de uso frecuente para evitar que la fibra capilar se reseque en exceso.

Cuando el cuero cabelludo es sensible, está descamado o sufre irritación o picazón, se debe buscar un champú calmante que lo hidrate suavemente.

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