Algunos lo llaman el boom de las melenas plateadas. Otros lo han querido reivindicar como el movimiento de liberación del pelo blanco. Y ya son muchos los que hablan de 'revolución sylver'. Dejarse las canas al natural, sin tintes, está de moda. Sobre todo desde que nuestras vips (con la reina Letizia en cabeza) hicieron su magia como prescriptoras de belleza para demostrar que el gris también es una forma de empoderarse contra la tiranía de 'estar perfectas'.
Prueba de ello, el último post de Amaia Salamanca, que con más de una docena de series en su mochila profesional ha sabido reconvertirse en it girl para dar voz a pequeños grandes gestos como este. Acompañada por su compañera de profesión Begoña Vargas, a la que también hemos conocido en lo personal tras iniciar una relación con el intérprete Óscar Casas, la actriz nos ha hecho partícipes de su faceta más espontánea al mostrar cómo es su pelo al natural, rizado ("electric girls") y con unas evidentes raíces que no ha querido ocultar tras un tiempo sin pasar por la peluquería.
A pesar del importante mensaje que ha lanzado con esta instantánea, es posible que este nuevo aspecto de Amaia Salamanca sea algo provisional, fruto del rodaje de 'Bienvenidos al Edén', su nueva serie para Netflix. A través de ocho episodios, la cántabra contará junto a Amaia Aberasturi, Lola Rodríguez, Sergio Momo, Ana Mena, Berta Vázquez y la ya mencionada Begoña Vargas la historia de un grupo de mujeres que son invitadas a una isla secreta para disfrutar de una fiesta privada en la que nada es lo que parece.
Aunque estemos muy acostumbrados a ver la versión rubia de Salamanca, la actriz ha pasado por todos los tintes, casi siempre por exigencias del guion. Una versatilidad capilar que, con un pelo "sufrido", con las "puntas muy quebradizas" y "fino", le ha pasado factura, tal y como asumió hace unos meses cuando, por sorpresa para ella, se convirtió en la nueva chica Pantene.
"Como tengo el pelo más bien lacio, siempre intento utilizar productos que me den volumen", ha explicado cada vez que le preguntan por sus rutinas 'beauty'. Esta preocupación por la que es una de uss herramientas de trabajo quizá haya sido lo que ha provocado que Amaia haya querido dejar 'respirar' su melena para que sobreviva al trote evidente que implica estar constantemente transformándose.