Mencionar marcha nórdica puede parecer un deporte algo extremo, en mitad de las nieves de los países más al norte de Europa, pero lo cierto es que a pesar del nombre es un deporte no muy complicado, lleno de beneficios y apto para la mayoría de la población. La marcha nórdica como tal nació en la década de los años 30 en Finlandia como una alternativa de los esquiadores para entrenar en los meses de verano cuando la nieve desaparecía, un deporte que terminó haciéndose popular por su sencillez pero también por sus beneficios sobre la salud.
En principio podría parecer que la marcha nórdica es caminar y ya, pero para eso está el senderismo, por eso este deporte se práctica con bastones específicos, de ahí que los esquiadores lo practicasen para entrenar durante los meses de verano. A diferencia de algunos bastones utilizados en el senderismo para asegurar cada paso, la marcha nórdica utiliza los bastones para impulsarse hacia delante haciendo fuerza con los brazos y permitiéndote dar zancadas más largas y movimientos mucho más amplios.
El tener que utilizar bastones para su ejecución hace que sea de gran importancia el material que se usa, pues no todo bastón vale para hacer una buena marcha nórdica. Está claro que para un principiante no es necesario gastarse grandes cantidades de dinero, por eso los de aluminio son los más idóneos, baratos pero efectivos. Ya para personas con más experiencia lo ideal son los de carbono porque son mucho más ligeros y no producen vibraciones, aunque los de fibra de vidrio, algo más pesados, tampoco están nada mal. Eso sí, un consejo es que no sean muy pesados y si son de una sola pieza, mejor que mejor.
De todas formas, no olvides que el calzado es clave, siempre adaptado al terreno sobre el que vas a caminar, además de una buena vestimenta. Por su lado, la marcha nórdica suele ser un deporte de varias horas, por lo que no olvides una mochila con agua, comida y todo lo necesario pero sin que te resulte demasiado pesada.
Pero más allá de un buen equipamiento lo fantástico de la marcha nórdica son los beneficios que ofrece a quienes lo practican. En general es un deporte muy atractivo para brazos y piernas, pues ayuda a la coordinación de ambas extremidades a la vez que permite fortalecer la musculatura específica de esas zonas y también de otras partes del cuerpo, de tal manera que consigue ir disminuyendo la presencia de la grasa corporal a favor de unos músculos mucho más tonificados.
Hacer marcha nórdica ayudado de los bastones también te permite ir cogiendo una postura corporal más sana y recta, de tal manera que se plasma en tu día a día, notándote cada vez con una postura mejor y una espalda más fortalecida y alineada. Además, al no tener una gran intensidad y tampoco un impacto demasiado fuerte no repercute de forma negativa en las articulaciones, de forma que mientras estas se fortalecen no se dañan, especialmente las rodillas que son las principales protagonistas en este deporte.
La actividad que genera en tu cuerpo la marcha nórdica acaba provocándote una gran sensación de bienestar que se traduce en una mejor salud, pues al mantenerte activo mejora tu sistema cardiovascular de tal manera que te permite prevenir algunas patologías cardíacas o incluso la diabetes. Eso sí, siempre se debe practicar bajo las condiciones de cada uno para evitar sobreesfuerzos que terminen en inconvenientes en lugar de en beneficios.
Para ello es importante realizar adecuadamente la técnica, manejando con precisión los bastones a través de la dragonera, la parte para agarrarlos, pues recuerda que estás moviendo prácticamente todo tu cuerpo. Con esto tu posición es importante, con la mirada siempre al frente y tu barbilla paralela al suelo, manteniendo el ritmo y el movimiento coordinado de manos y piernas para una jornada de marcha nórdica de lo más completa.