Tamara Gorro lleva varios meses con “un brote excesivo” de acné en la cara. Aunque acepta el problema hormonal, la empresaria se ha puesto en manos de un dermatólogo para poder tratarlo y conseguir la piel bonita que quiere tener. “Lo odio, no lo quiero tener, pero lo acepto porque no me queda otra”, ha dicho a través de sus redes sociales. En su perfil, donde alcanza dos millones de seguidores, la mujer de Ezequiel Garay ha querido mostrar la realidad de su piel que se esconde bajo el maquillaje y concienciar así sobre la importancia de acudir a un profesional.
La empresaria sabe que es “el gran problema” que igual que ella tienen otras muchas mujeres. “Quistes, granos internos, muchas marcas y muchos granitos. Me maquillo y listo, pero por eso me he puesto en manos de un dermatólogo”, ha explicado. Desde hace un par de semanas, Tamara se ha puesto en manos de un profesional y lleva dos tipos de tratamientos: uno son los cuidados que se hace ella misma en casa con los productos que le han aconsejado, y otro son los que se realiza con aparatos en la clínica.
La influencer ha querido remarcar en varias ocasiones que todo lo que ella cuenta públicamente es en relación a su tratamiento, pero no quiere ser un referente porque “hay muchos tipos de piel” y no todos los productos pueden ayudar a todo el mundo. “Lo que yo os cuento es para mi caso. Cada uno tiene un tipo de piel y un tipo de problema, por eso hay que acudir siempre a un profesional”, repetía.
En el vídeo en el que ha explicado todo el proceso de su tratamiento, la empresaria también ha querido mostrar el antes y el después. “En vacaciones ha ido a muchísimo más. Además de los cuidados en casa, estoy haciendo tratamiento. Me eliminan los granos para que no se enquisten. Llevo dos semanas y con esto hay que tener muchísima paciencia”, explicaba.
Tamara Gorro ha terminado confesando que quiere tener “una piel bonita” y que por eso, aunque se acepta, se seguirá tratando para conseguirlo.
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