El té verde es una de las infusiones más conocidas y más utilizadas por la sociedad, y eso que hay una gran cantidad de infusiones y tés en el mercado. Su sabor suave y fácil de adaptarse a cualquier tipo de paladar ha hecho que se convierta en una bebida tan popular. Un té que proviene de Asia, su mayor zona de producción, siendo tanto China como la India los principales productores, además de otros países orientales o africanos como Kenia, Indonesia, Sri Lanka o Japón. Su popularidad, por otra parte, no es de extrañar, en parte debido a sus múltiples propiedades y beneficios sobre nuestro organismo. ¿Los conoces?
Una de las propiedades que se asocian con el té verde es que es una bebida adelgazante y, aunque no se puede denominar con rotundidad como tal, sí que es un producto que puede ayudar a ello, ya que algunos de sus componentes favorecen la quema de grasa y la eliminación de toxinas, además de tener ciertos efectos sobre nuestro aparato digestivo. De esta manera el té verde podría ayudar a reducir la hinchazón que en ocasiones se produce en la zona abdominal, además de los gases.
Y mucho ojo, porque el té verde podría convertirse en la fuente de la eterna juventud. Aunque no es para tanto, sí que es cierto que el té verde contiene una gran cantidad de antioxidantes que lo convierten en una infusión perfecta para combatir el envejecimiento prematuro de la piel para mantenerla tersa mucho más tiempo. Tardando estás en ir a comprar té verde si ya temes esas primera arruguitas, ¿no crees?
Pero más allá de su poder antienvejecimiento, sus antioxidantes también afectan directamente a nuestro sistema cardiovascular, pues es capaz de regular los niveles de colesterol que se encuentran en la sangre de forma que mantiene el buen flujo de la sangre a través de los vasos sanguíneos. Por eso mismo el té verde puede convertirse en un gran aliado ante posibles problemas cardiovasculares siempre que se acompañe de otras medidas de prevención y buenos hábitos de vida.
Si tienes problemas de azúcar el té verde podría ayudarte, ya que sus propiedades podrían conseguir controlar los niveles en sangre y, por tanto, a prevenir un posible diabetes. Además, también se habla de propiedades para prevenir el cáncer debido a que algunos de sus componentes pueden evitar la aparición de células tumorales, aunque aún son estudios poco concluyentes que dejan en el aire los beneficios que podría tener el té verde en este aspecto.
Y antes de tirar las bolsitas de té verde a la basura siempre puedes reutilizarlas y lucir un mejor rostro, pues junto al té negro este té cuenta con propiedades antiinflamatorias, por lo que las bolsitas frías sobre los ojos pueden ayudarte a bajar la hinchazón de los ojos, las bolsas que se crean en ellos o las ojeras que tanto te cuesta maquillar para que no parezca que no has dormido nada la noche anterior.
Ahora bien, más allá de sus beneficios se aconseja variar y tomar diferentes infusiones, no optando siempre por el té verde, pudiéndolo turnar con otras hierbas, ya que algunos estudios alertan de que el consumo excesivo del té verde puede terminar derivando en una hepatotoxicidad que repercute directamente sobre la salud del hígado, por eso mismo es aconsejable tomarla de forma segura sin abusar de ella.
Preparar un té verde es de lo más fácil, tal y como lo harías con cualquier otra infusión y con el agua caliente para que esta adquiera todas las propiedades con las que cuenta el té verde, una infusión recurrente pero de la que quizá se desconocen sus beneficios más importantes. Eso sí, siempre tomándola con moderación y variando con otras hierbas que puedan serle igualmente de ayuda a tu organismo para no pasarse con el consumo de té verde más de la cuenta y que afecte a nuestro hígado.