Siempre buscamos trucos de maquillaje para potenciar nuestros puntos fuertes, pero a pesar de que hay muchos que son genéricos y nos valen a todas, otros deben ser más específicos. En concreto, hablamos de maquillar la nariz. Por eso el sombreado, el contouring o aplicar iluminador en los lados del tabique de la nariz y en la punta, aunque es un buen truco para afinar y dar cierto volumen al final de la nariz, no funciona con todas.
Y es que cada nariz es un mundo, hay narices de todos los tipos, es decir, de formas. En este sentido, hay que maquillar la nariz según como sea, en función de si es más fina, más ancha, alargada, corta, grande o pequeña. Teniendo en cuenta la forma y el tamaño de la nariz podremos potenciar aquello que nos gusta de ella y disimular aquello que consideramos como sus puntos débiles. Incluso, podemos conseguir darle la forma que nosotras queremos.
Para ello, hay que saber exactamente cómo utilizar los polvos bronceadores, el iluminador y corrector y según el truco que más se adapta para obtener la mejor versión de nuestra nariz.
Al maquillar una nariz pequeña, normalmente buscaremos que esta gane un poco de volumen e incluso que se afine para que parezca más larga. Para ello, la estrella del maquillaje será el iluminador. Se aporta volumen aplicando maquillaje algo más claro a lo largo de toda la nariz y terminar en la punta con iluminador para dar luz y que así parezca más larga. Además puedes hacer que parezca más larga afinando la nariz con polvos bronceadores en los laterales del tabique nasal, aunque si tu nariz es fina y pequeña, aplica el truco de cómo maquillar una nariz fina.
La nariz grande suele ser esa que se intenta disimular porque se ve demasiado y hace que otros rasgos pasen más desapercibidos. Para reducirla, al menos visualmente, se juega con los polvos bronceadores o un corrector algo más oscuro. Así se crearán sombras que aporten contrastes que disminuirán las dimensiones de la nariz. Cubre el entrecejo y todo el dorso de la nariz, desde la parte de arriba, es decir, desde la altura de los ojos, hasta las aletas de la nariz. Después, con un iluminador pinta la punta de manera redondeada, mezclándose también en las aletas. En contra de lo que parezca, esa mezcla de tonos hará que disminuya el volumen.
Si la nariz es demasiado fina o delgada, de nuevo los tonos claros serán los aliados. Estos siempre dan volumen. Aplícalo por la parte externa de la nariz, es decir, como se ha aplicado en el caso de la nariz grande los polvos bronceadores o el corrector más oscuro. Estos tonos harán que las cejas parezcan más separadas y que además la nariz gane volumen de forma lateral.
Al maquillar la nariz larga lo que se intenta es hacer que esta no sea tan afilada y que también se reduzca de tamaño. Pero también, lo que les pasa a estas narices es que necesitan de volumen en los lados y, en definitiva, de grosor. Para conseguirlo, maquilla la nariz de forma normal, es decir, como una parte más del rostro, con la misma base de maquillaje. Después, se traza una línea con una base más clara o el corrector que hemos utilizado para las ojeras a cada lado de la nariz, esto dará volumen pero sin restar estilización. Para asegurarnos de que no nos pasamos de ancho, aplicamos un corrector oscuro o polvos bronceadores en la punta de la nariz.
Cuando maquillamos una nariz ancha, solemos querer hacer que esta parezca más fina, especialmente si protagoniza rostros pequeños y finos. Si tu nariz es muy ancha y la quieres disimular, lo que hay que hacer es volver a marcar los laterales de la nariz con polvos bronceadores, un corrector más oscuro o una base de maquillaje más oscura en los laterales de la nariz desde el nacimiento de las cejas hasta la punta. Después, maquilla con una base más clara del entrecejo hasta la punta de la nariz, creando un contraste de luces y sombras. Además, puedes también no perfilar el labio o usar tonos nude para restar protagonismo a la parte inferior de la nariz.
Con nariz aguileña nos referimos a esas narices largas y algo pronunciadas hacia abajo curvándose. En este caso, utilizaremos un tono más oscuro de base, corrector o polvos bronceadores y lo aplicaremos sobre la punta de la nariz y sobre el caballete del tabique, que es donde se curva y eleva la nariz haciéndose aguileña. Así se conseguirá reducir visualmente el tamaño de la nariz y suavizar también su curvatura.