Si hay un drama 'beauty' que es común a todas, a no ser que tengas la piel demasiado seca, que entonces el problema también es grave, son los poros abiertos. Estos aparecen en la cara de pieles grasas y mixtas en la barbilla, en los pómulos pero sobre todo en la nariz.
Los poros dilatados de la nariz están a la orden del día, y es que se abren con una gran facilidad. Pero tienen solución. No, en este artículo no tenemos el truco definitivo para cerrarlos porque lo cierto es que se puede terminar con ellos de otras muchas formas, pero no cerrarlos: “Si tuviéramos los poros cerrados, la piel no podría eliminar toxinas, segregar sudor ni grasa, ni generar la barrera hidrolipídica que nos protege. Hay productos que incluyen activos como los siliconas sintéticas o petrolatos que, precisamente, hacen ese efecto de oclusión que resulta negativo. La piel necesita poder detoxificarse y lo mejor para trabajar el poro es minimizarlo mediante técnicas de exfoliación mecánica, química o enzimática”, cuenta Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza.
Así que, la solución pasa más bien por apostar por tratamientos, rutinas y productos que hagan que nuestros poros no se abran con tanta facilidad. Ahora bien, lo básico será una buena exfoliación Esta será fundamenta para que se eliminen las células muertas y la suciedad y no se obstruyan los poros y, así, no se dilaten. Hay varios tipos apropiados para los poros abiertos:
Es la exfoliación que solemos practicar normalmente en casa y es imprescindible para limpiar la piel, vaciar los poros y que estos mantengan su tamaño normal. “Recomendamos siempre con este tipo de exfoliantes hacer los movimientos circulares, muy suaves, y durante mucho rato. No se trata de apretar, porque eso puede desencadenar procesos inflamatorios en la piel que concluyan en imperfecciones, irritaciones, heridas…”, comenta Bella Hurtado, directora de educación de Aromatherapy Associates. A ello, Valeria Navarro, de la firma Boutijour, añade: “Es importantísimo que los gránulos se hayan tratado para formar esferas perfectas. Si es natural, puede contener aristas que dañen la piel.”
Una opción de estos exfoliares es este de Boutijour, disponible por 70 euros. Es una mascarilla que cuando se seca se retira con agua y es cuando realiza la exfoliación mecánica.
Este tipo de exfoliantes son unos de los más básicos cuando tenemos poros abiertos. Pueden penetrar en el tejido, acelerar el proceso de regeneración y romper las células muertas o trabajar sobre la sobreproducción de sebo. “El poder de penetración en la piel varía según el peso molecular de cada ácido. Por ejemplo, el ácido glicólico es el alfahidroxiácido (AHA) que tiene una molécula inferior, por lo que llega más profundo. También hay otros AHAs como el láctico, más tolerado por pieles más sensibles o el mandélico. Entre los betahidroxiácidos destaca el ácido salicílico, muy útil en casos de brotes de acné por su capacidad para deshacer el sebo. Por último, están los polihidroxiácidos, como la gluconolactona” explica Elisabeth San Gregorio, de Medik8.
Lo mejor será emplearlos en limpiadores o en tónicos, que además liberen la piel por su acción. Una opción es este tónico de Perricone MD, formulado con ácido salicílico y complejo de cobre, para exfoliar suavemente y elimina las impurezas, el exceso de grasa y la congestión con el uso diario. Cuesta 45 euros.
Pero la exfoliación química puede ser demasiado brusca para las pieles más sensibles, por eso hay que emplear una exfoliación efectiva pero sutil en algunos casos, como la enzimática. Las enzimas descomponen las células muertas de la superficie de la piel para acelerar o facilitar la regeneración del tejido. “Las enzimas pueden provenir de muchas sustancias. Por ejemplo, muchos exfoliantes trabajan con enzima de frutas como la piña o la papaya, mientras que otros lo hacen, incluso, con enzimas de huevas de diferentes pescados”, señala Raquel González, directora de educación de Perricone MD.
Este de Perricone MD, formulado con enzimas de huevas de pescado, limpia y exfolia la piel sin que nos demos cuenta reposando sobre ella. Cuesta 55 euros.
Pero además de la exfoliación también hay algunos otros trucos a tener en cuenta:
Hasta ahora siempre hemos limpiado el rostro con las manos, agua y jabón. Pues bien, ahora cambiaremos las primeras por un cepillo de limpieza facial. Sus fibras de silicona penetran mejor en la piel no solo limpiando sino descongestionando los poros para que no se bloqueen. Una opción es el Foreo Luna Mini 3, que además cuenta con una parte más gruesa para las zonas más complicadas como es la nariz. Cuesta 159 euros.
Para evitar los poros grandes es fundamental la hidratación. Por eso es imprescindible mantener una correcta rutina de la piel, en el que la crema hidratante nunca falte. Pero también esta puede completarse con otros ingredientes activos como el retinol o también ácido glicólico o salicílico, como los exfoliantes químicos, que están indicados para las pieles con esta tendencia. Puedes añadirlos en la misma crema o en el sérum.
Para vaciar los poros y mantenerlos a raya, lo mejor es primero darse siempre un baño de vapor de agua que los abra completamente y haga que la suciedad salga más fácilmente. Después, una mascarilla de carbón o peel-off, como esta de Origins, hará el resto llevándose consigo la suciedad que obstruye y marca los poros.