En temporadas como es el invierno o la primavera lo mejor será optar por colores más claros y menos llamativos tanto para vestir, como para el maquillaje o la manicura. Además, desde hace unos años los tonos que más se llevan son los nude.
Estos se pueden combinar fácilmente con otros colores como el marrón, dorado, blanco, amarillo u ocre. Así, le podrás dar a tu look más sobrio, un toque de originalidad. Las manicuras y las pedicuras se han convertido en un ‘must’ para llevar impecables, además de que hidratan la zona y es total tendencia en el nail art.
Por tanto, el nude se ha convertido en uno de los colores de manicura más solicitados desde hace varias temporadas. Este esmalte natural garantiza siempre un aspecto natural y sencillo en las manos. Además, estas uñas de color carne siempre han sido un éxito total debido a la sensación de elegancia, a que dura más que un pintauñas de color y se puede combinar perfectamente en cualquier ocasión como un evento especial o tu propio estado de ánimo.
Aún así, puede parecer menos original y más discreto que los colores brillantes. Pero debemos tener en cuenta que esta manicura ‘desnuda’ consigue un efecto más estiloso, decisivo y chic. Por ello, tampoco podemos olvidarnos del clásico esmalte transparente.
El efecto nude domina en los tonos más empolvados, beige, grises y en los más rosados e intensos como las versiones metálicas y con brillos. Las tonalidades son infinitas y nos podemos decantar por versiones más clásicas o por las más modernas, poniendo un toque de originalidad.
También, podremos elegir aquellas esferas cromáticas que se vayan acercando a nuestro tipo de piel o que combinen con el look elegido para ese día especial. Además de con los matices, este tipo de esmaltado nos permite jugar con su acabado: desde los más brillantes hasta los más opacos.
Uno de los tonos protagonistas esta temporada es el greige, una de las versiones más sofisticadas de estos tonos nudes y se encuentra a medio camino entre el beige y el gris. El efecto de la manicura será más voluminosa y vistosa que la clásica y se perfilará como una de las más elegantes. Por tanto, si quieres probar una manicura con tonos nude, pero no quieres renunciar del todo a tu color de uñas, esta será la mejor opción.
Tampoco tenemos que asociar la manicura nude con un esmalte clásico y tonos monocromáticos. Este nos permitirá jugar con distintos diseños y tonos llevados a cabo con un pincel o una pegatina, en tonos nude o pastel. Podremos poner sobre nuestras uñas flores, estrellas o líneas geométricas. Estas proporcionarán un efecto metálico, así como brillo y juegos de llenos y vacíos para dar una apariencia mucho más glamurosa.
Junto a los matices del esmalte gris y beige, el nail art también incluye distintas tonalidades de rosa. De hecho, el rosa nude es uno de los más llevados y con más éxito. Combina la elegancia de los tonos nude y el color preppy por excelencia, asegurando un look más chic y perfecto para las amantes de los tonos pastel.
Respecto a los esmaltes de uñas, podemos encontrar tanta variedad en el mercado que hasta a veces puede saturarnos. Por ello, lo primero será pensar qué estilo queremos conseguir. Si nos hemos decantado por un tono nude en rosa, te recomendamos el esmalte infinite shine en tono Bubble Bath, de O.P.I, que te proporcionará un resultado perfecto durante once días.
Una buena opción, también, será el Nude Demoiselle del Vernis à l'huile, de L'Oréal, que te dejará un brillo y un perfume espectacular. Siguiendo con los tonos rosas, también nos podemos encontrar con el tono Muguet del Vernis, de Dior, que se convertirá en tu mejor aliado para conseguir un acabado "efecto gel" en 3D.
Si, por el contrario, nos decantamos por tonos verdaderamente nudes, el Hard As Nails Xtreme Wear de Sally Hansen (tono Bare Hug) será una buena opción. Se trata de un esmalte cremoso, con lacado en plumé, que deja un gran brillo. Este color gris ceniza dará un toque de sofisticación a tu look del día a día. La fórmula está libre de formaldehído y demás componentes desagradables. Podrás hacerte con él por menos de siete euros.
Si queremos un gris pardo, también cremoso, lo mejor será que compremos el Lacquer de Smith & Cult Nail. Es opacamente pigmentado, libre de químicos y cualquier otro aditivo que pueda dañar la uña. Además, con la primera capa podrás cubrir las estrías. Su precio es de 15,40 euros.
La marca de uñas vegana Zoya también tiene su colección de tonos nude (en este caso, el Loretta). Elaborados con ingredientes naturales, excepto de toxinas, se puede llevar puesta durante todos los momentos del día. Además, el color es una mezcla entre blanco tono bebé y rosa etérea. Está inspirado en los desfiles de moda que la firma realiza cada temporada con las que vestirás tus uñas de la manera más elegante. La puedes encontrar en cualquier centro especializado por nueve euros.