En 2007 comenzó su carrera como diseñadora y, a día de hoy, se ha convertido en un auténtico icono en el mundo de la moda. Victoria Beckham luce sus colecciones en cada uno de sus desfiles, pero también en cada una de sus apariciones públicas deja huella de su estilo. En una de sus últimas entrevistas para The Guardian, la diseñadora ha confesado las inseguridades que tenía en el pasado con su cuerpo y la repercusión que eso tenía a la hora de elegir sus looks.
“Estuve en un grupo de pop y me casé con un futbolista, y nadie es más consciente de ello que yo misma", confesó la mujer de David Beckham en una entrevista para la revista Elle en 2017. Esta confesión venía relacionada con que la diseñadora siempre ha sabido que era distinta a otros diseñadores, algo que confesó Stefano Gabbana por aquel entonces.
Más allá de aquello, Victoria Beckham no ha tenido problema en confesar en su última entrevista que consideraba “un signo de inseguridad que siempre escogiese prendas muy ajustadas y entalladas”. Es cierto que la que fue integrante de las Spice Girl siempre lucía vestidos estructurados con encaje y ahora, desde hace unos años hasta la actualidad, su estilo se centra en “patrones más relajados”.
“Sé lo que me funciona mejor y con lo que me veo mejor”, ha confesado la diseñadora en su última entrevista. Tampoco se ha olvidado de recordar que no cree que tenga que “demostrar ya nada” a la hora de vestirse. Actualmente, Victoria tiene claro su estilo y sus diseños: “Para mí, no se trata tanto de la ropa de la calle de la década de los 90, sino de Martin Margiela y Jil Sander. No son solo las colecciones sino también los desfiles, las modelos, la música…”, confesó.
Han terminado los tres meses de confinamiento y la vida para los Beckham va a cambiar. La pareja y sus hijos han pasado este tiempo en su casa de campo, esa en la que ahora quieren hacer una importante obra para reforzar su seguridad. Lo cierto es que el futbolista tendrá que abandonar su casa y trasladarse a Miami para controlar y dirigir el club de fútbol que tiene allí.
Que David se instale en Estados Unidos es una decisión que no gusta mucho a Victoria, que va a quedarse en Reino Unido porque considera que la vida de sus hijos está en un momento crucial. Esta separación física, que no sentimental, ha llenado de miedos a la diseñadora.