Vitamina E, tu aliada para lucir una piel tersa y brillante: beneficios y qué productos la contienen
La vitamina E es uno de esos ingredientes naturales que pueden convertirse en tu mejor aliado para la piel.
Podrás encontrarla en el mercado en una infinidad de formatos, como el sérum, así como en distintos alimentos.
Antes de utilizarla será muy importante saber bien el tipo de piel que tienes para que no cause eccemas o rojeces.
Hay una infinidad de vitaminas y de productos naturales que pueden ser muy beneficiosas para la piel. Por ejemplo, la vitamina E es uno de esos ingredientes esenciales para lucir una piel nutrida, tersa y brillante. Esta vitamina reducirá los signos de envejecimiento, disminuirá el daño solar, aliviará los eccemas y controlará la soriasis. También, existen otras virtudes que no han sido comprobadas científicamente, pero sí las ha proporcionado la experiencia.
Sí que es cierto que, antes de iniciar un tratamiento con vitamina E, será importantísimo conocer bien tu tipo de piel. No será lo mismo tener una piel mixta, que grasa o sensible, ya que aquellas personas con un uso excesivo de la misma podrán provocar diversas irritaciones. Lo primero que habrá que saber, antes de comenzar con su uso, será que la vitamina E es liposoluble, lo que permitirá su almacenamiento en tejidos más grasos, como puede ser el hepático.
MÁS
Dónde se encuentra la vitamina E
Este micronutriente se encuentra en alimentos como aguacates, aceites vegetales, frutos secos, brócoli, pimientos rojos y espinacas. Además, también se darán, en menor concentración, en huevos, lácteos, cereales y otros productos de origen animal. Cuando se consume por vía oral proporcionará una infinidad de beneficios que incluyen la ralentización del proceso de envejecimiento celular, la estimulación del sistema inmunológico y la reducción de aquellos síntomas premenstruales.
Cuáles son los beneficios de la vitamina E
Una de sus propiedades más conocidas es su poder antioxidante, ya que esta vitamina ayudará a neutralizar los radicales libres, es decir, aquellas moléculas inestables e hiperreactivas que dañan las células y envejecen la piel. De esta manera, combatirá los radicales libres se generan de manera natural en nuestros cuerpos y cuyo incremento puede deberse a factores externos, como pueden ser los daños producidos por el sol, la contaminación, el humo del cigarrillo y una gran cantidad de otras fuentes. Estas moléculas inestables pueden desencadenar distintos signos de envejecimiento, como pueden ser las líneas y las arrugas.
Será ahí cuando la vitamina E ayudará a la prevención del envejecimiento cutáneo mejorando la apariencia de la piel. Además, podrá ser usado tópicamente y lo podrás encontrar en cremas, aceites o sueros. También, se podrá usar combinada con vitamina C y se prevendrá, a corto plazo, el daño ocasionado por los rayos UV. De la misma forma, este compuesto ayudará a aliviar los eccemas y controlará la soriasis.
Cuidado con los falsos mitos sobre la vitamina E
Sí que es cierto que nos podemos encontrar con distintos mitos alrededor de su uso como que la vitamina E podrá reducir las cicatrices de las heridas y del acné. Tanto es así que, en algunas ocasiones, podrá provocar dermatitis en contacto y, sobre todo, a aquellas personas con la piel más sensible. Otro mito que es muy conocido es que esta vitamina E atenúa la estrías y previene el cáncer de piel.
Consulta con un especialista antes de usar vitamina E
En el caso de que se comience a tomar vitamina E, lo mejor será consultarlo con un especialista, ya que podrá acumularse en el organismo en cantidades peligrosas si se toma de una forma muy seguida. Además, la vitamina E no será recomendada para todo el mundo, ya que aquellos pacientes con una piel muy sensible pueden tener reacciones adversas con esta aplicación. También, otros efectos secundarios que puede conllevar su ingesta serán las náuseas, los vómitos, diarrea, fatiga y debilidad. Por tanto, será muy importante, antes de nada, pedir recomendación a un especialista.
Aún así, sus beneficios serán incontables y será muy recomendable que se use tras la limpieza facial en formato sérum y, también, usarla como protección solar de amplio espectro, incluso en los meses de invierno. Los efectos comenzarán a notarse cuando ya haya pasado dos meses de su uso. Con todo, habrá que tener paciencia dependiendo del tipo de piel.