Cuello levantado, escotazo y capa: el vestido de novia de Lucía Pombo

Lucía Pombo y Álvaro López Huerta ya son marido y mujer. La hermana mayor de las Pombo ha contraído matrimonio este sábado con su novio en la Iglesia de Villafranca, en Segovia. Una boda multitudinaria llena de influencers y rostros conocidos, donde la emoción y los nervios podían no han dejado de respirarse en el ambiente. Acompañada por su padre, Víctor Pombo, la novia ha llegado al templo en un original vehículo militar, donde no ha dejado indiferente a nadie con su vestido de novia.

Clásica, pero a la vez muy moderna. Lucía no ha defraudado con su apuesta nupcial, para la que como ella misma ha reconocido, sus hermanas María y Marta han jugado un papel clave a la hora de diseñarlo; la primera ayudándola a decantarse por el cuello levantado que ha lucido y la segunda para aportar los toques más modernos de la pieza. Firmado por Inuñez, destaca por la sencillez de la seda, su delicada caída, cortes geométricos y una amplia abertura frontal que deja a la vista las piernas de la novia.

El cuerpo, cruzado con pronunciado escote, termina con un cuello levantado, tipo chimenea, que recuerda en cierto modo al que lució la reina Letizia en su enlace con Felipe VI. Las mangas tipo blusa están confeccionadas en seda de gasa, son ligeramente abullonadas y cuentan con una delicada y sutil hombrera que ayuda a elevarlas; aunque sin duda, el detalle más especial de estas se encuentra en los puños, con cristales bordados a mano.

La parte trasera es casi tanto o igual de especial que la delantera. Cuenta con un pronunciado escote trasero que deja a la vista casi la totalidad de la espalda de la piloto de la familia. Aunque no cuente con una llamativa cola, sí presenta una larga capa vaporosa, que nace de cada uno de los hombros de la novia y que aporta al conjunto del look un alegre y elegante movimiento.

Su recogido con trenzas, sutil maquillaje y ramo de flores silvestres añaden a la novia un extra de ese carácter etéreo que tanto destila. Como dicta la tradición, la novia también ha llevado algo prestado. En su caso, un anillo que perteneció a su abuela y que su hermana María también lució hace tres años el día de su boda con Pablo Castellano.

Las hermanas de la novia han jugado un papel fundamental en el enlace. Y es que, Lucía tenía en mente otra idea muy diferente a la hora de vestirse de blanco. La mayor de las Pombo quería ir con pantalón al altar, algo que María y Marta decidieron descartar. Para la ocasión, las hermanas han decidido confiar en el mismo diseñador y ambas han acudido a la boda de Lucía Pombo con vestidos de vivos colores de Jorge Redondo.

María, acompañada por su marido y su hijo Martín, ha apostado por una alegre pieza de gasa, larga y de color verde. Marta, por su parte, ha acudido junto a su novio, Luis Zamalloa, con quien espera a su primera hija, Matilda. Ella, en su caso ha optado por el corto y por un llamativo color naranja que resalta su bronceada piel.