Claves para saber cuándo un vestido de novia te favorece o no
La clave para saber si un vestido de novia te favorece o no, aun si habértelo probado, está en conocer tu cuerpo
La pregunta es qué quieres potenciar y qué quieres esconder y según respuesta elegir un modelo u otro de vestido
Lo importante es que te guste, pero también que te sientas cómoda y que el modelo elegido saque lo mejor de ti
La clave para saber si un vestido de novia te favorece o no, aun si habértelo probado, está en conocer tu cuerpo. Cada patrón de vestido está pensado para realzar una morfología diferente de mujer y conocer cuál es la tuya te va a facilita mucho la tarea de encontrar el modelo que más te favorece.
La altura, el volumen y la distribución de las curvas van a determinan qué patrones son los que mejor te sientan. La pregunta que debes hacerte es ¿qué quieres potenciar y qué quieres esconder? y en función de cuál sea tu respuesta tendrás que elegir un modelo u otro de vestido.
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Por supuesto, lo más importante es que te guste, pero también que te sientas cómoda y que el modelo elegido saque lo mejor de ti. Para que esta tarea sea más sencilla, aquí tienes algunas claves que te ayudan a saber qué modelos te favorecen y cuáles no.
El vestido según la altura
Un mismo vestido no favorece de la misma manera a una mujer bajita que a una alta. Las primeras deben evitar los grandes volúmenes y apostar por siluetas lineales con predominio de líneas verticales que alarguen ópticamente la silueta. Por el contrario, las mujeres muy altas deben huir de la verticalidad y apostar por vestidos con corte en la cintura y faldas con volumen que incluso pueden ser de largo midi.
El vestido según la morfología
Atendiendo a una clasificación muy simplificada de las diversas morfologías femeninas, el cuerpo de la mujer suele encajar con diferentes tipos de figuras geométricas: rectángulo (sin curvas), triángulo invertido (hombros anchos y cadera estrecha), óvalo (hombros redondos y cintura poco pronunciada), triángulo (hombros estrechos y caderas anchas) y reloj de arena (cintura más estrecha que los hombros y las caderas).
Lo ideal es que el vestido de novia consiga equilibrar la silueta reduciendo o creando volumen donde sea necesario.
Si tu cuerpo es rectangular, carece de curvas (cintura poco marcada, caderas estrechas y poco pecho), debes evitar los vestidos ajustados y de líneas rectas, que no harán más que potenciar este tipo de silueta. Apuesta por modelos de corte A, de silueta imperio y con escote en V o con los hombros descubiertos.
Si tienes figura de triángulo invertido porque tus hombros son más anchos que tus caderas, debes evitar atraer la atención hacia los hombros con escotes tipo Bardot o barco. Tampoco te favorecen las faldas excesivamente ajustadas. Apuesta por dar protagonismo a la falda con patrones tipo trompeta, sirena, evasé o princesa y combínalas con cuerpos sencillos ligeramente escotados.
Para un cuerpo ovalado, más volumen en cintura que en los hombros y caderas, lo ideal es descartar los vestidos muy ajustados, los de corte sirena y los cortados en la cintura. Para alargar y estilizar la silueta deben apostar por modelos de corte imperio o silueta A, así como por vestidos con escote en V.
Un cuerpo de triángulo, con hombros más estrechos que las caderas deben evitar potenciar su silueta con vestidos imperio o de corte A. Sus mejores aliados son los vestidos de corte princesa y los escotes palabra de honor, Bardot o barco, que crean líneas horizontales que amplían ópticamente los hombros.
Si tienes una silueta reloj de arena, la cintura más estrecha que los hombros y las caderas y tu silueta es equilibrada, no vas a tener problemas a la hora de elegir tu vestido de novia, solo tienes que apostar por el modelo con el que te sientas identificada. Si tu pecho es prominente, elige un escote en V que ayude a estilizarlo y si quieres camuflar tus caderas, apuesta por un corte princesa o evasé.