Sonia Ferrer ha puesto el broche de oro a su historia de amor con Sergio Fontecha pasando por el altar. La presentadora se ha casado apenas año y medio después de empezar a salir con su ya marido en una finca campestre situada a las afueras de Madrid. Para la ocasión, la novia se ha decantado por un bonito y elegante vestido de novia firmado por Aire Atelier, firma catalana cuya delicadeza en cada una de sus puntadas acabó siendo definitoria para la novia a la hora de decantarse por ellos.
Aunque a la actriz le costó encontrar su vestido, desde el taller de Barcelona supieron dar forma a todas sus ideas. No obstante, como cualquier novia, Ferrer ha querido mantener en secreto cualquier detalle acerca del vestido de su segundo matrimonio. "No voy a aparecer disfrazada, tendrá mucho que ver con mi forma de ser", adelantaba hace unos meses en una entrevista en exclusiva para la revista ¡Hola!
Precisamente esta publicación ha sido la encargada de fotografiar a la novia para su gran día. A través de su página web se han podido ver las primeras imágenes de su look nupcial y, el próximo miércoles, el reportaje completo se publicará en el último número de papel de la famosa revista. Sin embargo, aún emocionada por el que ha sido uno de los días más importantes de su vida, Sonia Ferrer no ha podido evitar compartirnos un adelanto a través de sus stories, donde por fin podemos verla vestida de blanco.
El diseño de Aire Atelier estaba compuesto por un llamativo corpiño de encaje de chantilly que remarcaba su torso y en el que se podían apreciar algunos detalles en guipur. Los volúmenes de los hombros, que dejó al descubierto, contrastaban con los impresionantes setenta metros de tul de la falda, una de las piezas más llamativas de su estilismo nupcial.
En cuanto a lo beauty, Sonia Ferrer ha optado por ser fiel a su imagen, esa con la que llevamos viéndola varias décadas en pantalla, y huir de lo artificial. En lo capilar, la presentadora ha querido darle protagonismo a su melena con un semirrecogido con trenzas que se cerraba con una diadema natural hecha a mano. En el maquillaje, su única intención era acentuar sus rasgos evitando tonos oscuros, un error habitual en las novias.