¿Cuándo se debe llevar chal a una boda y cuál es la manera correcta de colocarlo?

Es el protocolo el que dicta cómo debemos vestirnos en cada enlace. Es por eso que, la elección de un outfit o de otro dependerán del momento en el que se celebre la boda. Así, no podremos vestirnos igual si el enlace es de día o de noche. Y, lo más importante, habrá algunas prendas o complementos que estarán totalmente prohibidos y otros, como es el caso del chal, que perdurarán con los años.

Cuándo podrás ponerte el chal

Como decimos, el chal es una prenda tradicional que no ha pasado de moda. Se trata de una capa, especialmente fina, que, además de refugiarte del frío, también será el complemento fundamental para darte otro toque a tu look. Pero, ¿cuándo puede lucirse?

Al tratarse de un complemento bastante tradicional las tendencias, muchas veces, lo han dejado en el fondo del armario, pero hay que tener que en cuenta que además de ser un básico, la moda es cíclica y todo vuelve, por lo que no es de extrañar verlos cuando acudimos a una boda.

Si decides ponértelo, debe saber que el protocolo dicta que deberás hacerlo únicamente cuando la boda sea de tarde. Esto se debe a que se trata de una prenda de abrigo, por lo que siempre será adecuada para vestidos largos y de manga corta o sin mangas. También es una prenda especialmente vaporosa, por lo que podrá utilizarse tanto en las bodas de primavera como de invierno. Pero, ¿cómo podemos colocarlo?

Cómo colocarlo

La posición del chal dependerá de la largura de este. Así, si llevamos un chal especialmente grande, siempre podremos decantarnos por dejarlo caer libremente. Para ello, deberás ponértelo sobre los hombros, dejando caer los largos por delante. 

Otra opción será colocarlo sobre los hombros, dejándolo reposar sobre los pliegues de los codos. Esta forma puede ser una de las más conocidas y de las más femeninas. Es por eso que el chal tendrá que estar situado hacia atrás, haciendo que puedas moverte con cierta facilidad. 

Otra alternativa será colocarlo de forma informal. Para ello, podrás colocarlo sobre los hombros o, incluso, sobre el cuello y hacerte un pequeño nudo a la altura del pecho. La posición dependerá de tus gustos.