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Los tradicionales salones de boda han cedido el protagonismo en los últimos años a enclaves más originales como castillos, fincas, casas en el campo, monasterios… Lugares que ofrecen un espacio interior muy especial, combinado con zonas al aire libre donde celebrar una boda inolvidable. Si estás pensando en un lugar diferente y original para la tuya, has de saber que las bodas en bodegas son tendencia.
Las bodegas son lugares con estilo, que aúnan tradición y modernidad, por lo que resultan una opción ideal para bodas que destaquen por su elegancia y buen rollo. No es necesario ser amante del vino para apreciar el encanto que tienen las barricas de vino o los campos de viñedos, por lo que tus invitados disfrutarán muchísimo con una elección así. Te contamos cómo sacarle el máximo partido a tu boda si se celebra en una bodega.
Las bodegas son espacios con tanta personalidad que, en el fondo, ya están decoradas casi en su totalidad. Las zonas interiores admiten poca intervención, así que es importante que tengas en cuenta si es una bodega clásica o moderna, y busques elementos decorativos que se integren a la perfección, por ejemplo para diseñar las mesas o para hacer la cartelería. El color de las flores también debería armonizar con los propios colores de la bodega, y colócalas de manera estratégica para que no desentonen, como si siempre hubieran estado allí. Para los centros de mesa, puedes optar por ramilletes colocados en botellas de vino a modo de jarrones.
Tanto si el banquete es en el interior como en el exterior de la bodega, busca crear una iluminación tenue y romántica. Las velas y candelabros, o las lámparas que imitan su luz, serán la mejor opción. Puedes añadir luces en tonos rojizos, que emulen el color del vino y ayuden a crear un ambiente único. Si se trata de una bodega de estilo moderno, quizás puedas arriesgar un poco más con otro tipo de iluminación, pero sin perder nunca la referencia del espacio tal y como está concebido.
El fotógrafo siempre reserva una parte importante de la sesión para los recién casados. Los espacios naturales son los más apreciados, pero si además se trata de un viñedo, el resultado puede ser espectacular. Es un espacio que está ahí para vosotros, para crear unos recuerdos inolvidables, así que relajaos y aprovechad todo lo que los viñedos os ofrecen.
Puede que, dependiendo de la zona en la que esté la bodega, haga buen tiempo en cualquier época del año. Pero lo cierto es que para disfrutarla en todo su esplendor, con las uvas en su mejor momento, no hay mejor época que el verano. El resto del año seguirá siendo un espacio cálido, elegante y original, pero en el que no tendréis un paisaje repleto de uvas.
Lo ideal es que el detalle que tengáis con vuestros invitados guarde relación con el mundo del vino: un sacacorchos o una botella de vino personalizada son algunas de las mejores opciones, pero seguramente en la propia bodega puedan ayudaros y sugerir diferentes opciones de regalos que se adapten a vuestros gustos, número de invitados y presupuesto.