Las bodas en la montaña siempre serán una gran opción para aquellas personas que buscan un enlace más informal y, sobre todo, rodeado de naturaleza. Eso sí, que sean más bodas más distendidas no quiere decir que no tengamos que prepararlas como cualquier otro enlace. En el caso de que os decantéis por una boda en la montaña deberéis tener en cuenta diferentes detalles que irán desde la decoración hasta el dress code elegido.
Si os es posible, será muy recomendable contratar los servicios de una wedding planner. Estas profesionales, además de que ayudar a ahorrar tiempo, dinero y, sobre todo, estrés, están especializados en todo tipo de enlaces, por lo que les será mucho más fácil organizar uno tan especial como una boda en la montaña. Si buscáis reducir el presupuesto, es mejor no hacerlo en este aspecto, ya que será esta profesional quien sepa dónde ahorrar y dónde gastar.
También, será muy importante que identifiquéis aquello que será primordial en tu enlace. Hay muchas parejas que ceden el protagonismo al banquete, a la música y a la posterior fiesta, mientras que para otras la ceremonia será lo más importante. Sea lo que sea que elijáis, una wedding planner diseñará el día más especial de vuestra vida.
Será esencial encontrar el lugar donde vayáis a celebrar el enlace. Si queréis casaros en la montaña será porque, seguramente, ya habréis imaginado una zona ideal para llevar a cabo el enlace. Con vuestras preferencias bien claras, deberéis visitar diferentes lugares para confirmar cuál es el que más se adapta a vuestros gustos y a vuestro presupuesto.
Si en cualquier tipo de enlace la decoración es uno de los puntos más importantes, mucho más lo es en un enclave como la montaña. Habrá que saber elegir los colores, los complementos y el escenario. Esto último es primordial, ya que en función de donde se celebre habrá que tener cuidado para no sobrecargar los distintos escenarios.
Otro aspecto a tener en cuenta será el momento del año en el que vayáis a disfrutar de vuestra boda en la montaña. Por ello, deberéis saber que, muchos de los lugares para celebrar este tipo de enlaces no tendrán sitio para refugiarse en caso de frío (respecto a la lluvia, siempre suele haber la opción de elegir una carpa). Por tanto, lo más recomendable será hacerlo en aquellos meses del año en los que hace un tiempo más estable como puede ser mayo, junio y septiembre.
También habrá que tener en cuenta el tipo de vestimenta. Así, la novia podrá apostar por un estilo más boho, donde predomine el blanco, las plumas y las tonalidades marrones. El novio tampoco tendrá que ir excesivamente arreglado. Es decir, será adecuado olvidarse del esmoquin y dejar paso a camisas más holgadas. Lo mismo sucede con los invitados, que podrán disfrutar de un dress code mucho más abierto y libre, y sobre todo, cómodo.