Es lógico que a la hora de pensar en tu boda y en cómo vas a ir en un día tan especial, tus pensamientos se dirijan sobre todo al vestido de novia. Pero no es lo único en lo que debes pensar, porque ir preparada para el día más importante de tu vida requiere algo más de dedicación. Sin saltarte las tradiciones y sin olvidar tampoco la parte práctica, hay elementos que resultan imprescindibles para una novia el día de su boda. No te los pierdas y toma buena nota de ellos, porque son esenciales para que todo sea tan perfecto como imaginas.
Posiblemente esto es lo más sencillo de conseguir. Si por alguna razón no es el vestido, porque llevas el mismo que llevó tu madre o alguna mujer importante de tu vida, serán los zapatos, la lencería o las joyas.
Es una de las tradiciones que todavía siguen las novias a día de hoy. Lleva algo viejo representa los sentimientos de la pareja, que continúan con el amor que han recibido de sus familias. Una joya es lo más fácil, y puede ser una de un familia o alguna que te haya regalado tu pareja antes de estar comprometidos.
Para mantener los lazos que te unen a las personas que más quieres es tradición llevar algo prestado el día de la boda. Puede ser el velo, el vestido, unos pendientes, el bolso… Cualquier cosa que puedas llevar ese día y que sepas que vas a devolver después de la boda a la persona que te la ha prestado.
Puede que te parezca complicado incluir algo de color azul en tu look de novia, pero en realidad es bastante sencillo. Algunas novias se deciden por llevar los zapatos de color azul, pero también pueden ser flores del ramo, piedras del tocado, o unos pendientes en ese color.
Es normal que quieras llevar unos zapatos divinos para casarte, y seguramente los elijas con algo de tacón. Pero las cosas como son, por muy buenos y bonitos que sean lo más lógico es que terminen por hacerte daño. Las bodas son largas y si no tienes unos zapatos cómodos (o zapatillas) preparados para hace el cambio cuando lo necesites, puede que no llegues en condiciones a disfrutar del baile.
Puedes elegir uno desechable o uno de tela (algodón, lino, seda…) con tus iniciales bordadas. Lo importante es que lo tengas a mano porque una boda es imprevisible y las emociones están a flor de piel, así que lo esperable es que se te escape alguna lágrima y quieras tener un pañuelo contigo cuando eso ocurra.
Vas a estar guapísima ese día y seguramente contrates a una maquilladora que sepa realza toda tu belleza. Pero las horas pasan y ni el mejor maquillaje resiste el ritmo frenético de una boda, con sus lágrimas, brindis, comidas y bailes. Asegúrate de llevar el mínimo imprescindible de maquillaje para retocarte cuando sea necesario: labial, iluminador y polvos matificantes.