Tamara Falcó lo cuenta todo sobre su despedida de soltera: "Un tío se empezó a desnudar"
La marquesa de Griñón disfrutó el pasado fin de semana de su despedida de soltera en Portugal
El viaje consistió en visitar el santuario de Fátima y en disfrutar de unos días de tranquilidad junto a sus amigas íntimas
La hija de Isabel Preysler vivió su despedida en muletas tras la caída que sufrió días atrás
Aprovechando que cada vez está más cerca el día de su enlace con Iñigo Onieva, la marquesa de Griñón celebró el pasado fin de semana su particular despedida de soltera. Un grupo de íntimas amigas de la colaboradora decidió organizar un viaje a Lisboa para la futura novia, más concretamente a la zona turística de Cascáis, desde donde partieron a hacer una visita al santuario de Fátima, lugar de peregrinación para los cristianos y uno de los lugares predilectos de Tamara.
Tras el viaje, donde hemos podido ver que Falcó y sus íntimas han disfrutado de unos días de tranquilidad, la marquesa ha desvelado todos los detalles del "desmadre" de su despedida en una charla con Pablo Motos.
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Una despedida de soltera en silla de ruedas
Si hay algo que ha llamado la atención de todos en las fotos que hemos podido ver tras el viaje, es la aparición de Tamara sentada en una silla de ruedas. Si bien es cierto que, hace unos días, la diseñadora tuvo un pequeño accidente que le causó un "esguince de tobillo". Sin embargo, las ultimas noticias sobre su estado es que tras ir al fisioterapeuta se encontraba bien y necesitaba reposo para recuperarse de cara al enlace. De ahí que la hayamos visto caminando con muletas para evitar forzar el pie lesionado. Sin embargo, sus amigas, al bajarse del avión, decidieron sentarla en una silla de ruedas y empujarla por todo el aeropuerto "porque iba muy lenta".
Esta fue la primera de las muchas ocurrencias que tuvieron sus amigas para su despedida. Otra de ellas, fue la idea de disfrazar a Falcó para el trayecto de España al país vecino. "Me querían vestir de bacalao", confesaba entre risas la colaboradora. La intención de sus compañeras de viaje era enfundar a la marquesa en un disfraz para "esconderme de los paparazzi", sin embargo, Tamara logró disuadirlas apelando a que "estaba un poco mal" por la lesión de su tobillo.
Visita a la capilla y el desmadre posterior
Entre las integrantes del grupo, además de la novia, se encontraban intimas de la hija de Isabel Preysler como Ani y Casilda Finat, e incluso su hermana, Ana Boyer. Entre ellas, hubo división de opiniones con el destino escogido para la despedida, pero finalmente, tal y como ha contado la protagonista, el viaje a Fátima "siempre se agradece". Y, a pesar de lo que sus compañeros de tertulia pudiesen creer al principio, la colaboradora ha confesado que ha sido un viaje preciso, en el que todas han disfrutado mucho y en el que, además de visitar la capilla, también han hecho otros planes.
Como ya hemos podido ver en algunas de las imágenes que han compartido en las rede sociales, el grupo disfrutó del turismo y de la gastronomía de Portugal, y también tuvieron tiempo para hacerle un regalo muy especial a Falcó: un test de compatibilidad con su futuro marido. A pesar de que la joven ha asegurado que lo hizo "bastante bien", también ha confesado que en una de las pruebas donde debía reconocer distintas partes del cuerpo de Onieva entre varias fotografías en blanco y negro, la colaboradora siempre escogía a "Antonio, el marido de mi amiga".
Aunque sin duda, el momento culmen de la despedida fue cuando, el sábado por la noche, decidieron llevar a Tamara a cenar a un "restaurante rarísimo". Se trataba de un lugar que en palabras de la socialité, tenía "temática manicomio", y donde, nada más entrar, se les acercó "un tío vestido de novia, con la cara pintada de verde, me dio el ramo y se empezó a desnudar".
Pese a todo, la joven marquesa ha logrado disfrutar de su despedida como la que más, y, ahora que ha regresado del viaje, está completamente centrada en ultimar todos los detalles de boda y en finiquitar las condiciones impuestas a los 400 invitados a la ceremonia para que, llegado el momento, todos puedan disfrutar de el que ya se ha consagrado como el enlace del año.