Después de dos años y medio de noviazgo, la pareja formada por Thibaut Courtois y Mishel Gerzig se daban el 'sí, quiero' en Cannes, localidad francesa que dio origen al prestigioso festival de cine que lleva su nombre y conocida por su conexión con el glamour. Los asistentes compartían un sinfín de fotografías que nos brindaban la oportunidad de echar un vistazo al interior de este esperado enlace, que tuvo lugar un día después de una exclusiva preboda ibicenca llevada a cabo en la playa.
Fue un día simbólico en el que lucieron sus atuendos más elegantes y sofisticados. La novia encargó su look a una prestigiosa firma de su país, May Mashiah, que asumió la tarea de materializar el vestido de sus sueños: un diseño clásico con un escote palabra de honor y una llamativa abertura lateral que otorgaba un toque de sensualidad. El outfit fue complementado con unos zapatos plateados de la misma marca, los cuales fueron personalizados con una cinta que llevaba las iniciales de la pareja. Courtois, por otro lado, se decantó por un traje de la firma Dolce & Gabbana.
El guardameta del Real Madrid y la top model israelí, radiantes de felicidad y emoción, oficializaron su unión en una ceremonia que combinó las tradiciones católica y judía. 300 invitados fueron testigos de cómo la pareja se daba el 'sí, quiero' en una impresionante mansión ubicada cerca de esta localidad en la Costa Azul francesa: el Château de la Croix des Gardes, villa ubicada en una extensa propiedad de 3,700 metros cuadrados, con hermosos jardines, siete edificios y dieciocho habitaciones.
Un distinguido grupo de invitados, entre los que se encontraban reconocidos deportistas, figuras del mundo de la moda y personas influyentes en la sociedad, hicieron acto de presencia en esta boda. Entre ellos, María G. de Jaime, Tomás Páramo, Yassine Bounou o Martin Garrix, que se le encomendó la misión de hacer bailar a los asistentes con sus mezclas.
Los novios, después de la ceremonia, optaron por un cambio de look para estar más cómodos en la fiesta amenizada por el deejay neerlandés. La novia sorprendió luciendo un elegante diseño de pedrería que combinó con zapatillas deportivas, mientras el deportista de élite se despojó del traje y optó por un atuendo más relajado, compuesto por una camisa blanca y unos pantalones azul oscuro. Juntos, irradiaban estilo y felicidad en un día que prometen no olvidar.