Pocas bodas han impactado tanto en los últimos años como la de Victoria y David Beckham. De hecho, para los ingleses el suyo fue un enlace a la altura, salvando las distancias, de la familia real. Han pasado 24 años de aquel “sí, quiero” que llenó titulares y en el que no faltó ningún detalle. La boda de David y Victoria Beckham se celebró el 4 de julio de 1999 y fue un acontecimiento digno de recordar. ¡Te contamos cómo fue!
Cuando se conocieron en 1997, David Beckham ya era uno de los futbolistas más famosos del mundo, y el éxito de Victoria como integrante de las Spice Girls era incuestionable. En lo más alto de la fama, coincidieron en una fiesta del Manchester United. Su idilio cautivó a los fans de ambos y a la prensa, y solo dos años después pasaban por el altar convertidos, sin lugar a dudas, en la pareja de moda. El compromiso fue anunciado el 25 de enero de 1998, y para la ocasión David regaló un anillo a Victoria que, al parecer, estaba valorado en casi 90.000 euros.
A la celebración ya acudieron numerosos invitados (más de 250), pero el enlace fue tan íntimo como espectacular. Se celebró en el castillo de Luttrellstown, en Dublín, rodeados de los 29 familiares más cercanos. Durante la ceremonia sonaron los violines interpretando obras de Bach y Mozart, se sentaron en tronos de oro y no faltó ni una corona. El detalle más tierno, sin duda, fue que las alianzas fueron portadas por un pequeño Brooklyn Beckham, que en ese momento tenía solo cuatro meses.
Los estilismos de la pareja son otro de esos detalles que merece la pena recordar. Ambos iban de riguroso blanco champagne, perfectamente coordinados. Desde luego, él iba impecable, pero es inevitable seguir admirando el vestidazo de lució la ex Spice Girl, diseñado por Vera Wang. Tenía un sensacional escote palabra de honor y una falda divina y voluminosa, con una cola de más de 50 metros de longitud. Además, llevó como tocado una tiara muy royal, en oro de 18 quilates, diseñada por Slim Barret. Pero el complemento más llamativo fue el crucifijo de diamantes, regalo de David.
Al banquete y la fiesta posterior se unieron el resto de invitados. Los recién casados se cambiaron el look para recibir a los más de 250 amigos que se reunieron con ellos. Eligieron unos trajes en color púrpura con un diseño acorde a la temática de la boda, que era “Robin Hood”. David llevó un traje de dos piezas y Victoria un ajustado vestido con un tirante decorado con rosas y apertura lateral en la falda. Sin duda, una de las mejores bodas de “celebs” de todos los tiempos.