Hay amores que merece la pena celebrar dos veces y eso fue precisamente lo que hicieron Diego Simeone y Carla Pereyra, que se casaron una primera vez en Argentina y casi por sorpresa y después decidieron reunir a sus familiares y amigos y jurarse de nuevo amor eterno en la Toscana.
Fue la casualidad la que unió las vidas de estas dos personas, que cruzaron sus miradas al encontrarse en un restaurante de Madrid. Era Carla quien recordaba este momento durante Mujeres al poder, programa presentado por Carme Chaparro. “Fue muy gracioso, lo conocí en un restaurante. Yo fui al baño y él me siguió…”, recordaba la modelo.
A partir de ese momento comenzaron a quedar, a conocerse y a enamorarse. Un encuentro que no quisieron dejar escapar y que fue el comienzo de su historia de amor, una relación que sellaron con dos bodas cinco años y dos hijas después de ese encuentro fortuito.
Por sorpresa, la pareja usaba las redes sociales para anunciar que el 14 de junio de 2019 se habían casado en una ceremonia civil a la que habían asistido sus más cercanos, llegando a ser 50 invitados, como reveló la modelo para Vanitatis. Fue oficiada en Argentina, país de origen de ambos, en el Alvear Icon de Puerto Madero.
“No necesitábamos hacer un superfiestón para tener una boda bonita, así que fue perfecto. Además, nos dio tiempo para estar con todos los invitados y compartir tiempo con todos ellos. Fue una boda perfecta”.
Perfecta y con segunda parte porque pocos meses después, el 7 de septiembre, la pareja convidaba a sus invitados a viajar a Florencia y, desde allí y por sorpresa, eran llevados hasta la Toscana, concretamente al impresionante Castello di Casole, entre las ciudades de Florencia y Siena. Esta fue una boda un poco más grande, aumentando el número de invitados hasta los 97.
No fue nada sencillo porque los familiares y amigos de la pareja llegaban desde lugares tan diferentes como España, Argentina, Estados Unidos o la propia Italia, donde se celebró el enlace.
“No hay palabras que describan todo lo que pudimos vivir y sentir, en el corazón de cada uno de los que nos acompañó quedaran momentos que serán inolvidables”, escribía la modelo. Entre los invitados había nombres tan destacados como el de Valeria Mazza o Ana Antic. Los novios además disfrutaron de la música en directo de Andrea Bocelli, uno de los artistas preferidos de Carla.
Si para su primer enlace la novia escogió una camisa de encaje blanco con lazada al cuello y una falda dorada con volumen y volantes, para su segunda boda escogió un diseño de corte sirena de Dior. Con escote cruzado y confeccionado en tul, destacaba el acabado de la falda, con bordados florales y cristales Swarovsky de muselina de seda que conseguían un acabado fluido y ligero, casi etéreo. La modelo ha definido este diseño como “el vestido más bonito de mi vida”.