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La boda de Adriana Abenia y Sergio Abad se hizo de rogar. Cuando la presentadora ya había anunciado que ella y su novio de toda la vida iban a darse el “sí, quiero”, hubo que posponer el momento por motivos profesionales. Todo estaba preparado para el 7 de junio de 2014 y, contra todo pronóstico, Adriana decidió poner en pausa indefinida la preparación de su boda. Lejos de tratarse de una crisis de pareja, aseguraba que su relación era sólida, convivían desde hacía años, y sentía más pereza que ilusión por retomar los preparativos. Así que fue una gran sorpresa cuando, el 18 de diciembre de 2015, Adriana y Sergio visitaron los juzgados para convertirse en marido y mujer .
Adriana y Sergio llevan juntos más de 20 años. Se conocieron cuando eran solo unos adolescentes, en el instituto en el que ambos estudiaban en su Zaragoza natal. La presentadora reconoce que la relación ha cambiado con el tiempo, como era de esperar, pero no el amor que sienten el uno por el otro. De la ingenuidad de los comienzos a la madurez en la que se encuentran, afirma que no han dejado de quererse ni un solo día. Además de contraer matrimonio, cuando decidieron que era el momento, han sido padres de una preciosa niña llamada Luna que nació en julio de 2018.
La mañana del 18 de diciembre de 2015, Adriana Abenia y Sergio Abad acudieron a los Juzgados de Zaragoza para contraer matrimonio por lo civil. La suya fue una boda discreta, sin que por ello ocultaran la felicidad que ambos sentían en aquel momento. Fueron pocos los invitados que, sin duda, eran las personas más queridas y cercanas a la pareja. Tras la ceremonia celebraron que por fin se daban el “sí, quiero” con una comida junto a los asistentes.
Para su luna de miel, los recién casados eligieron uno de los destinos más románticos del mundo, París, y Adriana nos dejó ver algunos momentos de ese viaje a través de redes sociales, disfrutando de paseos y besos por Montmartre.
Adriana Abenia llegó a los juzgados sonriente y luciendo un look de novia muy acorde a su estilo, con aires rockeros, compuesto por una espectacular falda de tul en color nude, top de raso de color gris perla y una biker de cuero negro que le daba al conjunto el toque chic. Para el peinado, eligió una sencilla coleta con la que estaba realmente guapa. El novio, por su parte, lució impecable para la ocasión con un traje negro que le sentaba como un guante.