Lara Dibildos es una mujer familiar y esto lo ha demostrado en innumerables ocasiones a lo largo de su vida. Para ella, su núcleo es lo primero y por eso no duda en siempre tender una mano cuando lo necesitan, tanto si es su madre, a quien cuidó con todo el amor del mundo hasta que tuvo que despedirse de ella, como si se trata de la hija ‘secreta’ de su expareja, a quien no dudó en acoger en su casa.
Porque Lara no lo dudó y cuando Anna Barrachina necesitó un lugar donde quedarse, le abrió las puertas de su casa, buscando lo mejor para ella y también que entre sus hijos (y los de Álvaro Muñoz Escassi) pudiera haber una relación cercana de hermanos.
Para ella es esencial que sus hijos puedan tener este vínculo, aunque no compartan padre o madre. Así sucede con Fran y Álvaro, hijo el mayor fruto de su matrimonio con Fran Murcia y el segundo de su relación con Álvaro Muñoz Escassi, con quien nunca llegó a casarse, pero con quien sigue manteniendo una relación cercana y de amistad.
Ha querido que sus hijos tengan ese vínculo y para ello siempre ha intentado llevarse bien con quienes fueron sus parejas, algo que no siempre ha sido sencillo. Así le sucedió con Fran Murcia, de quien se separó en buenos términos, pero con quien casi acaba en los tribunales cuando su hijo tenía 14 años.
El motivo no fue otro que la custodia del pequeño, que al parecer Fran estaba dispuesto a pedir ante un juez. Lara no quiso que las cosas entre ellos se estropearan o que su hijo tuviera que pasar por una situación incómoda y acordaron una custodia compartida al margen de juicios. La pareja vivió una bonita historia de amor, que comenzó con un flechazo en la boda de unos amigos.
La pareja se conoció en el verano del 97 en la boda de sus amigos, la ex Miss España Raquel Rodríguez y Gorka Arrinda (representante de Fran). En febrero de 1998 se casaban, siendo sus testigos la pareja responsable de que entre ellos saltara la chispa del amor. Un enlace civil que tuvo lugar en Badalona; en verano de ese mismo año nacía su hijo, al que llamaron Fran, como su padre.
Organizaron una boda rápida debido al estado de la novia, quien ya sabía que pronto se convertiría en madre, una noticia que le ayudó a brillar en su enlace más que nadie, algo a lo que contribuyó el elegante vestido que escogió para la ocasión. Un diseño en color blanco con poco escote y cuerpo de encaje. Con mangas semitransparetes de tul, Lara escogió un semirecogido sencillo y un maquillaje natural para la ocasión.
A pesar de que siempre han destacado que se han llevado muy bien, no fue suficiente para poder salvar su matrimonio y Fran y ella anunciaban su separación cuatro años después. Las agendas de ambos se habían demostrado incompatibles, al principio él jugaba para un equipo de Badalona mientras que ella vivía en Madrid y, cuando él fichó por un equipo de baloncesto madrileño, el trabajo de ella hizo que tuviera que viajar por toda España. La separación fue amistosa y de mutuo acuerdo.