El pasado mes de noviembre, cinco meses después de anunciar su relación con Diego Conde, Ana Moya contó a través de sus redes sociales que se casaba. En ese mismo instante, la pareja comenzó con los preparativos de una boda que tendrá lugar este sábado 29 de junio en la iglesia de Santa Bárbara, en Madrid. Una vez convertidos en marido y mujer, el matrimonio y sus invitados se desplazarán al Castillo de Batres, ubicado en la localidad que tiene el mismo nombre. Unas horas antes de este gran enlace, desde Divinity hemos hablado con la influencer, que nos ha dado algunos detalles de lo que ocurrirá este sábado.
Los preparativos, según sus propias palabras, han sido "preciosos, con mucha calma", pero sin dejar de trabajar en la boda "ni un solo día" para tener "todo perfecto" este 29 de junio. El proceso ha sido "cortito" porque Diego le pidió matrimonio en noviembre y no han tenido tiempo "a que se haga larga la espera". Ana Moya nos confiesa que lo han mantenido "muy en secreto" porque le hacía mucha ilusión "el efecto sorpresa" y que nadie, ni familia ni amigos, tengan detalles de lo que habría ni de lo que ocurrirá. "Tampoco he hablado casi nada en redes un poco por lo mismo y por no cansar a la gente ya que cuando uno está feliz tiende a no parar de hablar del tema", nos comenta entre risas.
En cuanto a los invitados, la influencer nos ha comentado que serán 180 personas porque quieren celebrar "una boda íntima y sin compromisos", solo con la que es su gente "de verdad". No se descarta que acudan personas de los dos ámbitos en los que trabajan los protagonistas, tanto del mundo de las redes sociales como del fútbol, ya que el futuro marido de Ana Moya es uno de los jugadores del Leganés. "Me llevo muy bien con muchas personas, pero si no recortas se te hace una boda inmensa y no puedes dedicarle tiempo a los que de verdad son importantes para ti", nos ha explicado.
Tal y como puedes ver en este vídeo, la influencer siempre nos ha contado que la relación que su prometido tiene con su hijo Mateo era "lo que siempre había soñado". En la charla que hemos mantenido con ella horas antes de su boda, Ana nos confirma que ellos son "uña y carne" y que verles juntos a diario es para ella "un sueño hecho realidad". "¡Claro que tendrá un papel especial en la boda! El es mi mundo y sin él nada de esto sería posible", nos asegura sobre el papel de su hijo.
Al terminar, Ana nos ha asegurado que siempre le había hecho ilusión casarse, pero no ha sentido esas ganas "y esa convicción" hasta que Diego no llegó a su vida.