Apenas queda una semana para la boda de Bea Gimeno y Nacho Aragón. El próximo 7 de septiembre la pareja se dará el 'sí, quiero' en Mallorca, una isla en la que han veraneado en varias ocasiones y en la que la familia de la influencer posee una casa. El gran día se acerca y tanto Bea como Nacho ya se encuentran en Mallorca ultimando todos los detalles de la celebración, que comenzará un día antes con una preboda en la que ya se reunirán los invitados al enlace, entre los que se encuentra María Pombo, íntima amiga de la novia.
La cuenta atrás ha comenzado y son días de mucho estrés para los novios. De hecho, Bea Gimeno ha tenido que abandonar la isla durante algunas horas para hacer un viaje exprés a Madrid por un motivo muy especial: hacerse la última prueba y recoger su vestido de novia. Un vestido diseñado por Claudia Llagostera y que a buen seguro reflejará el estilo moderno y original de la novia. "Lo tenía claro desde el principio. Me encanta ella, me encanta su estilo y creo que es el que más encaja conmigo. Yo pensaba que no lo iba a tener nada claro, pero me puse a ver cosas y toda mi inspiración tira al mismo sitio", contaba hace unos meses la influencer.
Muy emocionada y visiblemente nerviosa, Bea llegaba al aeropuerto de Mallorca. Después de meses de preparativos, por primera vez se iba a ver vestida de novia con todos los complementos. Un día sin duda muy especial que ha querido compartir con todos sus seguidores. A toda prisa y con la emoción a flor de piel ha llegado a Madrid y se ha dirigido al taller de la diseñadora, donde ha sido capaz de grabar ni una sola imagen. "En la prueba no he grabado nada porque me ha podido la emoción", ha confesado en su vlog. Pero a juzgar por sus palabras podemos intuir que el resultado ha sido su vestido soñado. "Ha sido muy guay, no puedo estar más feliz. Me sale reírme de lo feliz que estoy. Estoy super contenta y muy emocionada".
Feliz y ya con su vestido, ha llegado el momento de regresar a la isla. Pero antes ha tenido que recoger algunos detalles más que no ha querido mostrar para no estropear la sorpresa y ha recibido una llamada de Nacho encargándole que llevara también su traje de novio. Ya con todo preparado, su padre la ha llevado al aeropuerto de Madrid, donde ha vivido un momento un tanto tenso. Pasar por la cinta sus portatrajes la ha puesto un poco nerviosa. "Yo aquí pensaba que ni de broma apoyaba mi vestido ni el traje de Nacho ahí", ha escrito preocupada por si algo se estropeaba. Por suerte, no ha sido así y todo sigue perfecto.
Ya en la isla y con todos los recados realizados, Bea ha reconocido que ha sido un día de muchas emociones. "De los nervios estoy reventada", ha comentado a todos sus seguidores.