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Además de pensar en el vestido que quieres llevar el día de tu boda, debes hacerlo también en el maquillaje y el peinado. Para esto último, los moños de novia son siempre una apuesta segura. Los hay de diferentes tipos, y siempre aportan elegancia, son favorecedores y, dicho sea de paso, muy cómodos para un día tan importante en el que vas a estar de un lado a otro todo el tiempo, desde tu entrada al altar, hasta el baile final. Estos moños de novia son los más bonitos para lucir en tu boda y presumir de un look bridal impecable. ¡No te los pierdas!
Adoramos los moños pulidos, que quedan impecables, pero al mismo tiempo nos enamoran esas novias que son capaces de desprender un halo de naturalidad que parece cosa de magia. El secreto está en determinadas decisiones, como elegir un peinado ligeramente deshecho, como este moño bajo.
Los accesorios para peinados de novia son de lo más variado. Para conseguir un look romántico que funcione a la perfección, un moño con textura, mechones sueltos y flores naturales es la perfección hecha peinado.
¿Puede un peinado recogido crear un efecto movimiento? La respuesta es “sí”. Comparte esta posibilidad con el estilista que te vaya a peinar en tu boda, y prueba este juego de mechones que convierten un moño aparentemente sencillo en uno de lo más especial.
Los peinados románticos no lucen en ningún sitio tan bien como en una boda, sobre todo si lo lleva la novia. Este moño es en realidad una trenza recogida hacia un lado y, las cosas como son, no puede ser más ideal y favorecedor. Por eso es una de esas opciones que siempre triunfan y nunca pasan de moda.
De lo complicado saltamos al otro extremo, a la sencillez hecha peinado. Es una posibilidad que debes valorar en todo momento, no solo por lo fácil que es de hacer y mantener, sino por la potencia que tiene a la hora de crear un look bridal elegante y que rebose personalidad.
Los moños son divinos para novias de pelo rizado, y la recomendación es que, si te decides por este tipo de recogido, respetes la naturaleza de tu rizo, de tal manera que tenga protagonismo en todo el peinado.
Lo atrevido y elegante vale por dos. Si tienes una melena larga y abundante, puede que quieras domarla el día de tu boda, pero también puedes arriesgar con un moño que derroche volumen, que sea sofisticado y que te convierta en una novia única.
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