El pasado 30 de octubre, Ana Guerra y Víctor Elías se convertían en marido y mujer en una íntima ceremonia religiosa celebrada en la ermita de la Virgen del Puerto, en Madrid. Allí, en el mismo lugar en el que se conocieron gracias a Carolina Caparrós, tía de Víctor, y ante 60 invitados, la pareja se juraba amor eterno.
Un día después, el día 31 de octubre, la pareja se daba de nuevo el 'sí, quiero' en una una segunda boda a la que asistieron 320 invitados, tal y como ha confirmado 'Hola', que esta semana ha publicado las imágenes de la divertida y original celebración que tuvo lugar en la Finca Prados Moros, situada en la sierra de Guadarrama (la publicación de las imágenes se pospuso una semana por respeto a las víctimas de la dana).
Fran Perea, junto a Javier Márquez, fue el encargado de oficiar la segunda ceremonia. Él fue el maestro de ceremonias en una celebración en la que se vivieron momentos muy emotivos. La entrada de la novia junto a su padre y con sus dos perritos, Jack y Dumbo, abriendo el cortejo nupcial mientras Víctor la esperaba sentado al piano y tocando Acto II: Una familia, papá y mamá, la canción favorita de Ana o el discurso de Natalia Sánchez recordando su noviazgo de seis años con el actor cuando apenas eran unos adolescentes fueron dos de esos momentos inolvidables que se vivieron durante el enlace.
Y después de los discursos de algunos amigos, llegó el momento de los votos de los novios. Felices y muy emocionados, la pareja se dedicó unas preciosas palabras. Víctor recordó las palabras que Rick Blaine (Humphrey Bogart) le dice a Ilsa Lund (Ingrid Bergman) el final de la mítica 'Casablanca' para declarar su amor a Ana y confirmar su compromiso con ella. "Siempre nos quedará Benidorm. Si nos vamos a cualquier lugar del mundo a tocar boleros, solos tú y yo, seguiré siendo el hombre más feliz porque te he encontrado. He encontrado a esa media naranja de la que habla la gente, pero siendo una naranja completa", le decía a su ya mujer frente al altar y frente a los más de 300 invitados que les acompañaron en ese día.
Muy emocionada tras escuchar las palabras de su marido, Ana le respondió con música. "Haces que sea mi mejor versión, soy mucho más de lo que fui sin ti. Han de saber ya la verdad. Mírate, qué fácil es amarte", le dijo la cantante antes de ser declarados, nuevamente, marido y mujer y abandonar el altar a ritmo de 'Ain’t No Mountain', el tema de Marvin Gaye y Tammi Terrell.
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