Aunque Carmen sea la más conocida de los hermanos Martínez Bordiú, en su momento Mariola también acaparó todas las miradas. Fue la gran protagonista el día de su boda, como no podía ser de otra manera, un enlace celebrado en El Palacio de El Pardo en marzo de 1974, donde ella y su pareja, Rafael Ardid Villoslada, se juraron amor eterno, una promesa que todavía mantienen.
La boda se celebró, pero no en la fecha en la que se esperaba, pues tuvo que ser retrasada dos veces y los motivos no llegaron a conocerse del todo nunca. La primera fecha se aplazó porque, según se dijo, era demasiado cercana a la boda de Ana de Inglaterra y no querían coincidir, sin embargo, de nuevo tuvieron que atrasarla.
Impedimentos aparte, Mariola Martínez Bordiú y Rafael Ardid finalmente se casaron el 14 de marzo de 1974, sellando su amor y viviendo a partir de ese momento un feliz matrimonio. Ella era nieta de Franco, quien fue padrino de la misma, e hija de Carmen Franco y Cristóbal Martínez Bordiú, marqués de Villaverde. Él era nieto del general republicano Tomás Ardid Rey, clave en la defensa de Madrid en el 36.
A pesar de que Mariola siempre intentó pasar desapercibida y alejarse de la fama que rodeaba a su familia, evitando las fiestas habituales así como la vida nocturna, era imposible que un evento como su boda pasara desapercibido y no se convirtiera en la gran noticia, de hecho el enlace se transmitió por televisión.
Fue una boda clásica, que comenzó a las siete de la tarde y que bien se podía considerar una boda de Estado, tal y como fue organizada, entre los más de 900 invitados se encontraban representantes de las casas reales europeas. La novia fue la gran protagonista y quiso dejar clara su personalidad en su vestido, un diseño sobrio, de manga larga y cuello cerrado en color blanco para el que confió en Pedro Rodríguez, un modisto muy reconocido en esa época.
El vestido dejaba todo el protagonismo a la cola y el velo, que alcanzaba los 10 metros, pero sobre todo a la única joya que lució y que fue regalo de su madre, una impresionante tiara de perlas y diamantes.
Mariola llegó a la capilla del brazo de su abuelo, Francisco Franco, y tras ellos caminaron los reyes Juan Carlos y Sofía. Después llegó el novio junto a su madre, que ejerció de madrina. Una ceremonia que duró lo que este tipo de eventos suele durar, poco más de una hora, y que se consideró todo un acontecimiento nacional.
Un protagonismo que contrasta con la discreción con la que la pareja continuó con su vida, lejos de los focos que siguieron a los hermanos de Mariola, que en más de una ocasión se han convertido en protagonistas de la prensa del corazón por sus relaciones personales, divorcios, bodas o nacimientos. A lo largo de sus años de relación, el matrimonio ha tenido tres hijos, Francisco de Borja, Javier y Jaime, el mediano, quien se casaba en 2024 con la directora creativa Inés Ybarra.
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