La petición de Alonso Aznar y Renata Collado a los invitados de su boda que no se ha cumplido

Este pasado fin de semana se ha cerrado la temporada de bodas vip de este 2024, con la celebración del enlace entre Alonso Aznar y Renata Collado. El financiero, hijo pequeño de José María Aznar y Ana Botella, y la fotógrafa se han dado el 'sí, quiero', este sábado, 7 de diciembre, en la ciudad mexicana de Mérida, situada en el estado de Yucatán, tras tres años juntos. El evento, caracterizado por el fuerte hermetismo, ha reunido a muchas caras conocidas, habida cuenta de la relevancia de las familias a las que pertenecen, así como de sus respectivas pandillas de amistades. Pero sí han trascendido algunos detalles de la misma: uno de ellos, la petición que la pareja hizo a los invitados, y que alguno de estos ha desobedecido.

El el imaginario colectivo patrio tiene un lugar destacado el enlace de la mayor de los tres hijos del expresidente del Gobierno y la alcaldesa de Madrid: un evento por todo lo alto en el monasterio de El Escorial, que llegó a ser calificado en la prensa del corazón como una "boda real". Pero las nupcias del benjamín de los tres hermanos Aznar Botella han tenido muy poco que ver con el de su hermana Ana, más allá de la reunión de élites que ha tenido lugar atendiendo a la lista de invitados.

Así ha sido la discreta boda de Alonso, el hijo pequeño de José María Aznar

Alonso se ha caracterizado siempre por tener una presencia mediática escasa, centrado en su faceta profesional, como director gerente de Alianzas Estratégicas en The Consello Group tras años atreviéndose con distintos negocios y empresas. En 2021 trascendió que mantenía una relación sentimental con Collado, activista medioambiental y miembro de una conocida y millonaria familia mexicana. Aunque hay fotos de ellos al ser captados por los reporteros gráficos en varias ocasiones, mantienen su vida personal alejada del foco, con sus redes sociales cerradas y Alonso evitando amablemente dar declaraciones cada vez que los medios le han preguntado por su esfera privada.

La boda reunió a los progenitores de ambos, José María y Ana, Pablo Collado y Mónica de Cima; a sus hermanos, Ana, José María, Valentina, Cristóbal y Mateo; y a sus múltiples sobrinos. También a grandes amigos de los novios: se ha hablado de la posible presencia de Michelle Salas, hija de Luis Miguel, de Carlos y Felipe Cortina Lapique, de Pepe Gallardón, de Marta Ortega y Carlos Torretta, o de Álvaro Falcó e Isabelle Junot. Pese a las especulaciones, lo cierto es que poco se sabe ya que apenas han trascendido detalles sobre el enlace, que tuvo lugar en la exclusiva hacienda Sac Chich, en plena naturaleza, con todo tipo de comodidades y capacidad para eventos de hasta ciento cincuenta invitados.

La única fotografía que ha trascendido de la boda de Alonso Aznar

Uno de los pocos datos que sí se han conocido sobre la boda es que en ella han estado presentes Tamara Falcó e Íñigo Onieva. La propia marquesa de Griñón lo confirmaba hace unas horas al compartir en Instagram una imagen junto a su marido en pleno enlace, dejando ver parte del lugar y a algunos invitados de fondo. La fotografía ha generado un cierto revuelo ya que en ella Falcó deja ver su look, con una blusa de estilo 'boho' en color blanco, contraviniendo así una de las tradicionales normas no escritas de las jornadas nupciales, que en teoría reservan el uso de este tono a la novia, aunque se desconoce cuáles fueron las posibles indicaciones de la pareja al respecto.

¿Qué prohibieron Alonso Aznar y Renata Collado a los invitados de su boda?

Pero no es el único motivo por el que la instantánea publicada por Tamara tiene una especial relevancia: también porque, con ella, ha contravenido otra indicación: una que sí impusieron los novios. Como aseguraba el diario El Comercio en las últimas horas, Alonso y Renata, conscientes de la enorme expectación sobre ellos, quisieron que su boda no dejase de ser un evento privado. Según el medio, hicieron "todo lo posible" para mantenerlo en la intimidad, y, de hecho, tomaron medidas para ello: aunque no requisaron los teléfonos móviles a las decenas de invitados, como ocurre en muchas bodas, sí se solicitó discreción a los asistentes para evitar filtraciones en redes sociales. La mencionada fotografía de Tamara es, por ahora, la única imagen que se conoce del evento.

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